Iñigo Peña se bañó en la mañana de ayer en oro en el campeonato del Mundo que se está disputando en Duisburgo. El guipuzcoano tomó parte junto al asturiano Pedro Vázquez en la final del K2 en la distancia de 1.000 metros y lo hicieron a lo grande gracias a una gran actuación, especialmente en la parte final de la prueba. Ya se clasificaron directamente para la final, sin tener que competir en la semifinal al ser primeros en la tanda clasificatoria, y entonces demostraron su gran potencial.

No estaba siendo una temporada fácil para el piragüista de Basque Team, quien se ha enfrentado a nuevos cambios en un ciclo olímpico algo complejo tras quedar fuera del programa olímpico de París la prueba en la que triunfó en la localidad alemana. En el Europeo de Múnich disputado el año pasado, el de Zumaia volvió a brillar en esta prueba junto a Paco Cubelos; en los Juegos Europeos disputados en junio en Cracovia dejó patente que se encontraba en un inmenso estado de forma. Ayer volvió a quedar claro. La selección española cuenta con una plantilla de piragüistas brillante y elegir entre tanto talento a veces resulta complicado.

La final del K2-1.000 se desarrolló según lo esperado, con húngaros y alemanes llevando la iniciativa hasta la mitad de la regata. Iñigo Peña y Pedro Vázquez se mantuvieron en un segundo plano guardando fuerzas y esperando a la parte decisiva. Su mínima renta (+0,18) inicial a falta de 250 metros fue aumentando paulatinamente, hasta completar el recorrido final con más de una piragua de margen sobre los centroeuropeos. Peña y Vázquez se llevaron el oro con un tiempo de 3:11,512. La plata fue para los húngaros Bence Vajda y Tamas Szantoi, y el bronce para los alemanes Anton Winkelmann y Leonard Busch. Iñigo Peña suma este oro al octavo puesto obtenido en el K1-500 metros en este Mundial de Duisburgo.