Wimbledon decidió ayer domingo sus primeros cuartofinalistas en una jugada muy densa, emocionante y larga, con duelos muy interesantes, que obligó a jugar a Novak Djokovic de nuevo en el último turno y apurado por el cierre de las instalaciones ante el polaco Hubert Hurkacz. Al serbio le espera en la antepenúltima ronda Andrei Rublev, que protagonizó el gran partido de la jornada ante Alexander Bublik. El ruso se impuso en cinco sets y después de dejar el punto del torneo y uno de los mejores en años al devolver un envío del kazajo desde la línea de fondo y lanzándose en plancha para procurarse una bola de partido que convirtió. “Ha sido el punto más afortunado de mi carrera”, admitió Rublev, que lleva un torneo muy solvente y puede suponer una amenaza para Djokovic.

En este parte del torneo, el otro choque de cuartos de final lo jugarán Jannick Sinner y Roman Saffiulin, la gran sorpresa de esta edición de Wimbledon. El italiano no tuvo problemas para eliminar al colombiano Daniel Galán, que nunca había llegado tan lejos en un grande. Por su parte, el ruso remontó un set al canadiense Denis Shapovalov, a quien, lastrado por sus problemas en la rodilla, se le escapó otra oportunidad de llegar lejos en un Grand Slam. La historia de Safiullin, número 92 de la ATP, es curiosa ya que es la primera vez que juega en Wimbledon y su bagaje en la élite es muy escaso, pese a sus 25 años.

Swiatek resiste

En el cuadro femenino estuvo lo más interesante de la jornada. Por ejemplo, con los apuros que pasó Iga Swiatek para apear a Belinda Bencic. De hecho, la número 1 del mundo tuvo que salvar dos pelotas de partido en el tie-break del segundo set. La suiza no remató a su rival y lo acabó pagando con un 6-3 en el tercer set, que es lo que suele ocurrir cuando están delante las grandes campeonas. Aunque no sea su mejor escenario, Swiatek ya está en cuartos de final y haber sufrido por primera vez en el torneo le puede venir bien.

La polaca se medirá a la ucraniana Elina Svitolina, ganadora tras dos horas y 46 minutos ante la bielorrusa Viktoria Azarenka del duelo emotivo y con morbo de la jornada porque era un choque entre madres tenistas, ambas muy luchadoras en pista, y porque los efectos de la guerra hicieron que no hubiera saludo entre ambas al final de un partido agónico que se decidió por 11-9 en el desempate del tercer set. “Después del nacimiento de mi hija, es el segundo momento más feliz de mi vida”, afirmó en la entrevista en pista una emocionada Svitolina, que accedió al cuadro final con una invitación “y es algo que agradezco enormemente”.

El otro duelo de cuartos de final ya decidido entre las mujeres enfrentará a la estadounidense Jessica Pegula, que también lleva un torneo muy sólido, y la checa Marketa Vondrousova, una jugadora de calidad, pero irregular.