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La exigencia que no cesa para Jon Rahm

Jon Rahm, que reconoce que necesita un “descanso mental”, afronta el Travelers Championship con ganas de prolongar su buen juego en el cierre del US Open

La exigencia que no cesa para Jon RahmEFE

JON Rahm vuelve a competir esta semana tras su décimo puesto en el US Open. Hasta este año, el golfista de Barrika evitaba jugar en la semana posterior a uno de los majors, pero la creación de los torneos elevados ha obligado a adaptar los calendarios ya que los jugadores solo pueden saltarse uno. Como Rahm ya lo hizo con el Wells Fargo Championship a comienzos de mayo, ahora le toca participar en el Travelers Championship a partir de hoy en el TPC River HIghlands de Connecticut tras cruzarse todo Estados Unidos de costa a costa.

“Hay un par de torneos que no he solido jugar y que no habría jugado de no haber sido por la situación que tenemos esta temporada. Las semanas de major son muy exigentes y siempre he tratado de liberar mi calendario alrededor de ellas”, explicó el barrikoztarra, que ya disputó el RBC Heritage en la semana posterior al Masters y sobrellevó el cansancio para acabar en una notable decimoquinta posición. Al menos, este es el último torneo elevado, en los que ha sumado victorias en el Sentry y el Genesis, y su última cita antes de tomarse una pausa de tres semanas que le llevará al Scottish Open y The Open.

Rahm jugará hoy jueves y mañana viernes en un partido muy atractivo con Scottie Scheffler, el número 1 del mundo al que no puede desbancar esta semana, y su amigo Tony Finau, con el que ya peleó hasta el final por el México Open. Además, la lucha por el liderato de la FedEx Cup entre Rahm y Scheffler también está de fondo esta semana. En el Travelers comparecen de nuevo los mejores del mundo, con Xander Schauffele como defensor del título, y el vizcaino no tiene mucha experiencia en el campo ya que solo ha disputado una vez este torneo como profesional, en 2020, y acabó en el puesto 37º. Tiene otras dos presencias como aficionado en un escenario que es muy del agrado de los jugadores y en un recorrido que suele favorecer los marcadores bajos. “No he podido estar aquí tanto como me habría gustado porque siempre tratan muy bien a todo el mundo. Ojalá pueda dar la versión que creo que puedo dar y estar peleando el domingo. Me siento bien después de la última vuelta en el US Open y creo que llego con más energía que la que tenía después del Masters”, señaló en la rueda de prensa previa.

Sin embargo, en la cita con los medios volvió a hablarse del acuerdo entre el PGA Tour, el DP World Tour y el PIF del que aún se desconocen la mayoría de los detalles, sobre todo los más importantes. Se ha avanzado poco desde la semana pasada en Los Ángeles, donde el asunto saltó justo antes del US Open. “Hay tantas preguntas sin resolver que, en este punto, no querría desperdiciar tiempo pensando en eso porque hay muchos y interrogantes”, confesó Jon Rahm, que en el último major no habló “demasiado” del tema. Los jugadores del PGA Tour tenían prevista una reunión en River Highlands y “supongo que sabré algo más”.

De todas maneras, el jugador de Barrika se mostró escéptico ya que “no creo que vayamos a tener muchas respuestas, pero voy a tener al menos una idea de hacia donde se dirigen los responsables del circuito. Eso esto todo lo que puedo decir. No sabemos nada. No sé si la gente que está al frente sabe mucho más que nosotros”.

CRÍTICASDE WATSON

En este sentido, a principios de esta semana salió a la luz una carta abierta de Tom Watson, una de las leyendas del golf estadounidense, en la que se muestra muy duro con los responsables de este acuerdo que, en teoría, debe traer la paz al golf mundial, pero del que nadie, ni a un lado ni a otro del Atlántico, puede dar detalles. “¿Por qué un acuerdo secreto? ¿Es el PIF la única vía posible para resolver los problemas financieros del PGA Tour? ¿No hay un plan B?, se pregunta Watson, que deja otras de las grandes incógnitas que deja este acuerdo: “¿A qué renunciamos y qué damos exactamente a cambio?”.

El ya retirado jugador habla de la “hipocresía” que destila la decisión adoptada por las grandes circuitos del golf y asume que “el dinero saudí está dentro de muchas de las grandes compañías que abastecen a nuestro país”, pero entra también en el terreno de la política y saca a relucir las críticas al acuerdo de las familias de las víctimas de los atentados del 11-S. Para concluir, Tom Watson formula la pregunta que más ha surgido a raíz de este acuerdo: “¿Qué va a pasar con aquellos jugadores que desertaron y quieren regresar al PGA Tour?”. Puede ser que paguen justos por pecadores y que muchos jugadores pierdan algunos méritos que han conseguido cuando la división era evidente y cruenta.