bilbao - Jon Rahm acabó la jornada del jueves razonablemente satisfecho, pese a su peligroso registro de tres golpes sobre par, y ayer confirmó sus buenas sensaciones con una vuelta que le metió de lleno en la lucha por el Masters en el fin de semana. El vizcaino no solo salvó el corte con mucha holgura, sino que su tarjeta de 68 golpes, junto a la de Dustin Johnson la mejor del día al cierre de esta edición, le dejaba con uno bajo par en el global y entre los 19 jugadores que estaban por debajo del par del Augusta National. Después de mucho movimiento, apareció un encendido Patrick Reed para colocar el liderato provisional en siete bajo par.

En un día agotado, con rachas de viento que iban y venían, había que aplicar la palabra clave en el torneo, paciencia, y no meterse en demasiados problemas que pudieran pagarse caro. Rahm estaba obligado a mejorar sus registros y lo hizo nada más empezar, con un eagle en el hoyo 2, el primer par 5 del campo. Tras un segundo golpe espectacular, embocó y recortó dos golpes, lo que le dio mucha tranquilidad para afrontar la jornada al saberse plenamente metido en el torneo. Jordan Spieth, que había salido líder con -6, aflojó el paso y todo se igualó por lo que el de Barrika recortó casi a la mitad la desventaja con la que había partido.

Las cosas amenazaron con torcerse cuando Rahm hizo bogeys en lo hoyos 4 y 7 después de meterse en zonas de difícil recuperación para volver al punto de partida. Pero la segunda mitad de su recorrido fue excelente y otra prueba de su carácter valiente y competitivo. Restó cuatro golpes a su tarjeta con birdies en el 11, el 13, el 15, en los que llegó a patear para eagle, y el 16, donde el día anterior había cometido ese dañino doble-bogey y ayer se apuntó un gran putt desde más de nueve metros. En ese momento, el objetivo ya estaba conseguido y había que ser prudente para no estropear el trabajo. Rahm se quedó muy cerca de otro birdie en el 17, pero cerró con dos pares que le dejan en buena posición para el fin de semana.

La clave de ayer fue el gran rendimiento que sacó a los pares 5. En esos cuatro hoyos pudo descontar cuatro golpes que aliviaron de forma importante su tarjeta, algo fundamental porque el nivel del torneo se iba elevando con el paso de los hoyos.

con confianza “Siento que he jugado como el primer día, con mucha confianza, solo que hoy las cosas han salido mucho mejor. Quitando el hoyo 4, cre que he jugado una primera vuelta bastante correcta”, comentó Jon Rahm en declaraciones a Movistar Golf tras su recorrido de ayer que mejoró en la segunda mitad. “Me ha dicho mi caddie Adam que me concentrara en poner la bola en calle y en green. Pienso que la clave ha sido el segundo golpe del 11, que la ha dejado de un metro. A partir de ahí, salvo el drive del 14, he jugado casi a la perfección”, resumió tras meterse en la lucha por el Masters.

El fin de semana se presenta muy atractivo y exigente a la vez porque jugadores de la talla de Rory McIlroy, Jordan Spieth, Dustin Johnson o Henrik Stenson, todos ganadores de majors, se han colocado entre los diez primeros. La jornada acabó torcida para Rafa Cabrera, que llegó a ser líder en el hoyo 3, pero acabó con cuatro sobre par que le hicieron caer a +1 en el total. Los peores presagios se cumplieron en el caso de Sergio García, que no pudo superar la desgracia del día anterior, esos trece golpes del hoyo 15, y acabó fuera del torneo totalmente hundido en la clasificación. Txema Olazabal, por su parte, se quedó a un golpe de pasar el corte.