Bilbao- ¿Cómo se encuentra la salud del boxeo vizcaino?

-Es muy buena. Estamos disfrutando de la mejor generación de boxeadores, no solo del boxeo vizcaino, sino del vasco. En anteriores etapas hubo puntualmente grandes campeones de España o de Europa, a los que no hay que quitar mérito, pero en cuanto a volumen o calidad tenemos campeones en categorías inferiores, en élite, en categoría profesional, en títulos internacionales... No podemos pedir más. Es un sueño que hay que gestionar bien. Comenzamos a primeros de 2017 con la intención de que el boxeo siga hacia arriba. El mayor mérito es de los deportistas.

¿Se puede hablar de una edad de oro?

-Sin duda. No sé si seguiremos creciendo a alguna época mejor, pero es la mejor generación en calidad y cantidad. Las cifras no engañan. No se había visto a tantos juntos y de golpe. Esto era inimaginable hace cinco o seis años.

Se ha notado un crecimiento importante en las cifras, ¿no?

-Hace unas temporadas un campeonato de Bizkaia se finiquitaba en uno o dos días; ahora, son necesarios cuatro fines de semana. El año pasado doblamos la cantidad de competidores. En 2018, hemos tenido a 70 inscritos.

¿Qué importancia le dan al deporte base?

-Cuando conocimos a Jon Fernández no podía subirse a un ring por la edad que tenía. Solamente podía hacer exhibiciones de manoplas. Ahora, es el campeón del mundo WBC Silver. Ese es el futuro. Es muy importante el proyecto Txikibox -boxeo sin contacto en edad escolar- por la normalización del deporte. Los padres entienden que es lo mismo que aprender taekwondo, karate o natación. Se dan cuenta de que todo está bien regulado. Todos los entrenadores pasan los filtros, el trabajo está muy pautado, programado, y los niños se lo pasan bien.

¿Ha desaparecido el estigma del boxeo?

-Va a ser siempre algo que nos persiga, pero los únicos culpables somos la gente del boxeo. Lo bien o mal que lo hagamos hará que se nos respete o no. Si todo se hace como se tiene que hacer, será un deporte a respetar. El principal enemigo está dentro.

En el aspecto de la seguridad también se está evolucionando, ¿verdad?

-Todo evoluciona. Las normas han cambiado. Los controles son más estrictos. Está todo muy regulado. La seguridad prima por encima de todo. En caso de haber un accidente, lo más importante es que todo esté bien regulado. Es lo normal dentro del boxeo, pero en otras modalidades ha habido casos sangrantes. Por norma general, la gente es cautelosa con esto.

¿En qué situación se encuentra el boxeo femenino?

-Entendemos que goza de buena salud. Hay un 11% de féminas y, además, una profesional. En Txikibox andaremos en un porcentaje del 40% -son más de cien niños apuntados-. Además, en los gimnasios de boxeo hay cada vez más chicas. Es una modalidad para ponerse en forma, que es muy bueno, porque no todo el mundo tiene que competir. La preparación física de este deporte es excelente. Asimismo, tenemos a varias campeonas de España de categoría élite. Las mujeres están muy presentes en todos los ámbitos del boxeo.

¿Qué metas le gustaría poder cumplir a lo largo de su legislatura?

-Desde el principio, teníamos tres objetivos: profesionalizar la gestión de la Federación, dar visibilidad al boxeo y otorgar mucha importancia al deporte base. Cuidar la base es una parte en la que tenemos mucha responsabilidad. Hay que protegerlo.