Bilbao - Dustin Johnson, Phil Mickelson, Jason Day? una constelación de estrellas del universo del golf presentaron su candidatura en el AT&T Pebble Beach Pro-Am. Los mejores pelearán por el título y ahí no faltará Jon Rahm, miembro por derecho propio de esa élite. El vizcaino firmó una tarjeta de cinco golpes por debajo del par, lo que le hace sumar un cómputo global de -9, a 3 golpes de los líderes del torneo, el propio Dustin Johnson y Beau Hossler, que ayer dio un recital en Monterrey Península. El golfista de Barrika no se intimidó ante el buen juego de su rival por la cima del ranking mundial y realizó un juego de campanillas para estar metido de lleno en la pelea.

Rahm consiguió este buen día a pesar de que la rotación de los circuitos no le favorecía. El barrikoztarra jugó en Pebble Beach, uno de los campos más admirados del circuito norteamericano y más atractivo de jugar con las actuales condiciones climatológicas. Sin embargo, a poco tiempo desde donde el vizcaino peleaba, los nombres destacados del ránking mundial disfrutaban de Monterrey Península. Ese recorrido fue un regalo. Fácil de jugar y con muchas oportunidades para obtener grandes tarjetas. Así, mientras sus adversarios se destacaban, Rahm comenzó su vuelta con un juego de altibajos. Varias veces erró con las aproximaciones, pero lo salvó con golpes fantásticos. Aunque el hoyo que destacó fue el 6. En un par 5, el vizcaino estuvo cerca de firmar un eagle, pero la bola se quedó colgando en el agujero y se tuvo que conformar con el birdie.

Rahm mantuvo la línea de juego en los siguientes hoyos, incluso dio un paso adelante. Los malos golpes fueron anécdota y consiguió sumar tres birdies más para meterse de lleno en la pelea, incluso se le volvió a escapar un eagle por los pelos. El vizcaino estuvo cómodo en Pebble Beach y dio un recital a la hora de jugar con el putt en los rápidos greenes del recorrido.

No pudo acabar con una sonrisa Rahm. Suspiró y dedicó una mirada cómplice a su caddie. Salvado por los pelos. El vizcaino vio cómo la pelota se quedaba hundida en la hierba del rough y con un árbol tapando la línea más directa a la bandera. Fue el resultado de un golpe mal realizado, de esos que nada más conectarlos hacen torcer el gesto. Así lo sintió el de Barrika que sin mirar dónde acababa la bola golpeó al suelo enfadado con el palo. Una buena oportunidad decía adiós. Aunque Rahm tuvo que mantener la sangre fría. Acercarse más al liderato ya no era posible, tocaba salvar la papeleta de la mejor manera posible. Y como el mejor escapista salió increíblemente de la trampa. Rahm gobernó el veloz green y con un gran putt final pudo salvar el par.

Esta sensación agridulce del último hoyo no redujo la satisfacción general de Rahm. “He tenido un gran día y me he sentido muy bien. Está claro que me puedo quejar de algún golpe, pero también he hecho buenos putts, como el del hoyo 18. En general ha sido una buena vuelta”, valoró el vizcaino nada más terminar la segunda jornada. Rahmbo también aprovechó para hablar de su carrera y no quiso centrarse excesivamente en los retos más ambiciosa: “Los objetivos están ahí. Los resultados no dejan de ser consecuencia de los golpes y el trabajo. Lo único que tengo que hacer es dar buenos golpes y meter putts. Si lo hago llegarán el resto de cosas”.