Bilbao - En el golf no hay nada decidido hasta el último hoyo. Todo puede cambiar en un instante. La peor de las jornadas puede ser salvada por una dosis efímera de calidad. Jon Rahm lo demostró ayer en el AT&T Pebble Beach Pro-Am. Tres hoyos lo cambiaron todo. Pasó de ver a los líderes como un lejano punto en el horizonte a tenerlos al alcance de la mano. Su reacción en el final del recorrido del campo de Monterrey Península fue sobresaliente. El vizcaino consiguió tres birdies consecutivos y se colocó entre los 25 mejores del día después de entregar en casa club una tarjeta de cuatro golpes por debajo del par del campo. El miedo a un desvanecimiento físico después del maratón de torneos que está realizando Rahmbo quedó descartado desde el primer día. Aún queda mucha energía en el depósito. El golfista de Barrika fue de menos a más y mantiene todas las opciones de hacerse con el título a falta, todavía, de tres jornadas.
Este torneo al ser calificado como Pro-Am tiene la peculiaridad de que los dos jugadores profesionales comparten vuelta con un aficionado. No son nombres anónimos los que aparecen en la lista de participantes. El actor y humorista Bill Murray, el jugador de fútbol americano Larry Fitzgerald o Alfonso Ribeiro, conocido por interpretar a Carlton Bank en la famosa serie El Príncipe de Bel-Air, son algunos de los nombres que forman parte de elenco de estrellas que desfilan por Pebble Beach. En el caso de Rahm, compartió vuelta con David Abeles, CEO de TaylorMade, la marca que suministra al vizcaino. A pesar de la enorme atención que suscita el torneo. El golfista de Barrika vivirá los tres primeros días alejado de los focos. La rotación en la que están metidos los principales favoritos comenzó ayer en Spyglass Hill mientras que Rahm, obviado en esta lista, lo hizo en Monterrey Península, por lo que no coincidirá ante Dustin Johnson y compañía hasta el último día.
Las condiciones vividas ayer fueron prácticamente perfectas. En un escenario idílico, con las banderas al borde del Pacífico, los golfistas disfrutaron de un día de sol y ligera brisa para afrontar el recorrido. Aunque a Rahm le costó disfrutar de la jornada en el inicio. Cumplió con el papel, pero le faltó rematar sus buenas jugadas en el green. Tuvo que esperar hasta el hoyo 17, tras arrancar desde el 10, para conseguir su primer birdie. Dos opciones más tarde llegó el segundo resultado por debajo del par, pero lejos de entrar en racha, se enfrascó en su peor momento. En el 5, su golpeo de aproximación se fue al bunker y sufrió para salvar por lo menos el bogey.
Fortaleza mental Aunque al de Barrika los golpes ya no le afectan tanto, aunque sus efusivos gestos sean repetidos por las cámaras cada torneo y parezca que vaya a entrar en barrena, su fortaleza mental ha crecido en los últimos meses. Pasó del desastre al éxito en poco tiempo y lo hizo justo en el límite del día. Sus tres últimos hoyos fueron para enmarcar. Sangre fría y precisión de cirujano. Puso la bola donde quiso y firmó tres birdies consecutivos. Esa actuación final le mandó desde el puesto 60 a colarse entre los mejores 25 golfistas, antes de enfrentarse hoy al campo de Pebble Beach.
Rahm pelea por el título, es su principal objetivo y su mente no mira más allá del segundo día, que disputará en el idílico recorrido de Pebble Beach. Pero en el horizonte del vizcaino está el número 1 del mundo. La oportunidad de ser el mejor y para eso debe conquistar el torneo y esperar el fallo de Dustin Johnson. Para la primera condición todavía falta mucho y el golfista de Barrika mantiene vivas sus opciones a pesar de no liderar la clasificación. Menos probable es que se de la segunda opción. El estadounidense fue el de siempre. Jugador de hielo y con un certero lanzamisiles como arma. DJ se subió al carro de los primeros clasificados con una tarjeta de menos cinco. Apenas aparecieron borrones en su juego y cuando erró, lo arregló con dos aciertos consecutivos. Johnson debe quedar por debajo del puesto 45 para dar opciones a Rahm y si no ocurre un hundimiento total, Rahmbo tendrá que esperar a otro torneo para pelear por el número 1.