BILBAO - Cuando Raúl López anunció su retirada al final de esta temporada, el Bilbao Basket, por boca de su entrenador, rápidamente mostró su deseo de aprovechar toda la sabiduría del base de Vic en algún otro puesto dentro del club. Hay quien no termina de aceptar que un exjugador puede ser muy útil una vez retirado, quizás porque hasta ahora no han sido muchos los que decidieron seguir vinculados al baloncesto en su día a día. Pero Sito Alonso no hizo más que expresar el deseo de llevar a cabo algo que, por ejemplo, en la NBA se entiende como lógico.

LeBron James dijo cuando los Cavaliers despidieron a David Blatt que le gustaba ser entrenado por un exjugador. Tyronn Lue cogió el banquillo de la franquicia de Cleveland sin tener que rendir cuentas a nadie ni causar dudas sobre su capacitación para el puesto. En la mejor liga del mundo catorce de los entrenadores principales, casi la mitad, han sido jugadores de la competición, con más o menos éxito, en algún momento de sus carreras. Y muchos ayudantes también tienen pasado vestidos de corto. El conocimiento del medio, de lo que se cuece en los vestuarios o entre bambalinas del negocio, aparece como un factor suficiente para pensar que un exjugador puede ocupar cargos de responsabilidad.

El mismo Bilbao Basket tiene ahora a Xabier Jon Davalillo como presidente; a Pedja Savovic, en labores de marketing, y a Sergio Sánchez, dentro de la Fundación, y habrá que ver dónde podría encajar Raúl López, o más adelante Álex Mumbrú o Axel Hervelle, con quienes también se cuenta para cuando dejen de jugar. No será como entrenadores a corto plazo porque Sito Alonso tiene un contrato largo y porque en la Liga Endesa la retirada conduce más hacia los despachos. Precisamente, los hombres de negro se medirán este domingo a uno de los pocos equipos que tienen a un exjugador como entrenador. Pablo Laso ha triunfado en el Real Madrid, como Velimir Perasovic lo está haciendo en su segunda etapa en el Laboral Kutxa o Joan Peñarroya lo ha hecho en Andorra. Aquí podría incluirse a Fotis Katsikaris, que hizo carrera en las canchas de Grecia y cuenta en su cuerpo técnico del UCAM Murcia con dos exjugadores de la ACB como Josh Fisher y Francis Sánchez. Al inicio de temporada había otros dos: Zan Tabak en el Fuenlabrada y Joaquín Ruiz Lorente en el CAI Zaragoza.

El Real Madrid, el Baskonia y el Andorra son los tres clubes que, además, tienen al frente de los despachos a antiguos jugadores de la liga. Alberto Herreros es el director deportivo en el baloncesto del Real Madrid, que cuenta con Alberto Angulo como responsable de su ahora exitosa cantera. Josean Querejeta es el máximo accionista y responsable de todo en el Baskonia desde hace treinta años y Francesc Solana es el director deportivo del Andorra, donde recaló nada más acabar su carrera como jugador.

Jordi Villacampa, otro histórico, es el presidente del Joventut en cuya directiva también está integrado el vizcaino Juanan Morales, que hizo lo mejor de su carrera en la Penya, mientras Joan Creus y Rodrigo de la Fuente son los que deciden en la sección de baloncesto del Barcelona. El mismo cargo que Solana ocupan su amigo Ferrán López en el Fuenlabrada y Willy Villar en el CAI Zaragoza. Se da el caso de que ambos, bases cuando vestían de corto, jugaron en Bilbao. Y en el Unicaja, Carlos Jiménez también tiene un cargo técnico y de nexo entre la directiva y el primer equipo al que accedió nada más colgar las botas.

Pep Cargol, técnico ayudante en el CAI, y Nacho Yáñez, en el Iberostar Tenerife, también suman su experiencia como jugadores a los banquillos de la Liga Endesa. Y en otros puestos de clubes de la ACB, ya sean deportivos o representativos, se puede encontrar a Benito Doblado y Raúl Pérez, en el Baloncesto Sevilla; a Juanmi Morales y Juan Ramón Marrero, en el Gran Canaria; a César Arranz y Eduardo Pascual, en el Estudiantes; a Víctor Luengo, en el Valencia Basket, y a Oriol Junyent, en el Obradoiro.

Como, al contrario que en Estados Unidos, los medios de comunicación no son en el baloncesto un recurso sencillo para hacer la transición de la camiseta al traje, salvo en contadas excepciones, van aumentando los jugadores que deciden formarse como entrenadores. Por ejemplo, el exbarcelonista Xavi Fernández ha podido hacerse cargo de forma provisional del Girona de la Liga Femenina solo porque dispone del título de Entrenador Superior. Otros exjugadores del Bilbao Basket como Roger Grimau y Germán Gabriel han acudido recientemente al Curso Superior donde también se vio a Ferrán Martínez, Audie Norris o Lucas Victoriano, por nombrar a algunos conocidos.

En la Euroliga han ocupado banquillos esta temporada Dusko Ivanovic, Zeljko Obradovic, Sasa Obradovic, Sasha Djordjevic, Romeo Sachetti, Zan Tabak, Sarunas Jasikevicius, Veljko Mrsic o Ufuk Sarica, gente que hizo una importante carrera como jugadores y que ahora que están al otro lado son tan exigentes como lo fueron con ellos. Probablemente, a LeBron James no le gustaría ser entrenado por algunos de estos.