Bilbao - El Dakar atravesó las nubes en la etapa de ayer. Lo hizo literalmente, llegando a alcanzar los 4.580 metros de altitud en la entrada a Bolivia. La segunda parte del maratón estuvo marcado por la altura, con los pilotos teniendo que enfrentarse a este incómodo rival que provocó muchos dolores de cabeza e hizo que tanto personas como máquinas tuvieran que exprimirse al máximo debido a la falta de oxigeno. Unas condiciones en las que se encontró como pez en el agua Txomin Arana. El entrenamiento de altura realizado por el piloto de Ereño parece que ha dado resultado y ayer, cuando la carrera comenzó a tocar el cielo fue cuando se vieron sus mejores virtudes. Puro físico, el vizcaino fue adelantando rivales, su lucha con la Honda oficial de Michael Metge, de la que salió vencedor, fue el ejemplo claro de que Arana es capaz de competir de tú a tú con la mayoría de los pilotos y ni los llamados a pelear por la victoria final pueden descuidarse ante su empuje, tal y como pudo comprobar Paulo Gonçalves. El líder de la general vio como el ereñotarra estuvo durante todo el día muy cerca de sus tiempos.
El ganador fue Toby Price. El australiano fue la punta de lanza del aplastante dominio mostrado ayer por KTM, poseedora de las primeras cuatro posiciones, aunque esto no fue suficiente para arrebatar el liderato de la general a Gonçalves. La altura resultó clave y los pilotos sufrieron sus consecuencias. Arana comentó que había notado la falta de oxigeno, pero pudo superar el día sin problemas. No fue así para Adrien Van Beveren. El francés de Yamaha acusó dolores de cabeza durante toda la jornada y tras ser uno de los destacados en en el inicio del Dakar, ayer se hundió hasta la 27ª posición. También lo pasó mal Harite Gabari, que tuvo que detenerse en más de una ocasión durante la especial para tomar aire. “Ha sido una etapa maratón muy difícil y la altitud me ha dado dolor de cabeza”, comentó por su parte Gonçalves. Víctimas y más víctimas en la altura bolivariana.
Otro de los puntos claves de la etapa de ayer fue la navegación. Un giro polémico antes del último way point causó el desconcierto entre varios pilotos, levantando las quejas de muchos de ellos. “Nosotros, que abríamos pista junto con Joan (Barreda) y Paulo (Gonçalves) tuvimos problemas para encontrar el último way point. Se trataba de un error de señalización”, enfatizó Kevin Benavides, aunque no todos estuvieron de acuerdo con el argentino. “Esto es un Dakar y no una carrera recta con curvas. El way point estaba indicado y había que buscarlo”, declaró Armand Monleón. Entre tanto lío, Arana demostró que la navegación es uno de sus puntos fuertes a pesar de sus limitaciones para entrenarla. Puro talento para la orientación. El vizcaino no tuvo ningún problema y cuando más complicado era encontrar el camino, siguió recuperando puestos.
Tercera para Loeb Asimismo, Sebastien Loeb consiguió su tercera victoria en cuatro etapas en la categoría de coches. El fichaje estrella de Peugeot no está encontrando rival en este inicio de prueba y no para de aprovechar las buenas prestaciones de los coches de la marca del león rampante. Ayer, solo Carlos Sainz, que seguirá lamentando ese problema del primer día que le hizo perder más de diez minutos, pudo plantar batalla y terminó a 22 segundos de Seb, que demostró que cuando la navegación entra en juego, sus excepcionales virtudes al volante siguen sin disminuir.Motos