Moscú - El atletismo ruso, cuna de campeones como Isinbayeva o Borzakovski, parece empeñado en cavar su propia tumba con continuos escándalos de dopaje que, según la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), encubrirían un sistema promovido por el propio Gobierno, a imagen y semejanza de la desaparecida RDA. Es por ello por lo que una comisión independiente de este organismo recomendó ayer la suspensión de la federación de este país, la sanción a perpetuidad de cinco atletas y otros tantos técnicos, así como la retirada de la acreditación al laboratorio antidopaje de Moscú.
“No hay que mezclar las cosas. La comisión no tiene derecho a excluir a nadie”, afirmó Vitali Mutkó, ministro de Deportes ruso, tras conocerse las incendiarias conclusiones de la comisión independiente. Esa clase de argumentos parece que no salvarán esta vez al atletismo ruso, ya que las acusaciones salpican a las autoridades rusas, desde el propio Ministerio encabezado por Mutkó hasta el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB). Y la apuesta es más alta que nunca, ya que incluye la exclusión de los atletas rusos de todas las competiciones internacionales, incluidos los Juegos Olímpicos de Río’16. La comisión de la AMA acusa a Rusia de una trama que incluiría el encubrimiento de positivos, la extorsión de los atletas, el pago de sobornos y la destrucción de pruebas sobre el consumo de sustancias prohibidas. Según ese guion, Mutkó o sus adláteres habrían ordenado la manipulación de las pruebas antidopaje y los atletas habrían sido extorsionados y obligados a pagar altas sumas de dinero para poder competir en Londres’12.
Algunos atletas y entrenadores también habrían amenazado físicamente a los funcionarios antidopaje para que hicieran la vista gorda, ya que de ello dependía su futuro deportivo y económico. Además, el temido FSB habría recurrido a la intimidación y el encubrimiento para manipular el trabajo de los laboratorios antidopaje y garantizar unos resultados deportivos que satisficieran el orgullo patrio.
El director del centro antidopaje de Moscú, Grigori Rodchenko, fue citado como sospechoso de destruir 1.417 pruebas antidopaje en vísperas de una visita de inspección de la AMA. Además de los laboratorios acreditados ante la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el informe acusa directamente a la agencia antidopaje rusa, quien siempre se había caracterizado por sus agrias críticas contra la falta de limpieza en el deporte.
En la trama estaría involucrado también Lamine Diack, expresidente de la IAAF, quien habría aceptado dinero ruso a cambio de ocultar los positivos, lo que el informe tacha de “sabotaje” de los Juegos de Londres. No obstante, la acusación clave fue la de que el sistema antidopaje no podría haber funcionado “sin respaldo estatal”, acusaciones que emparejan a Rusia con la vilipendiada República Democrática Alemana (RDA) y que el presidente de la IAAF, Sebastian Coe, tachó de “alarmantes”.
Eso sí, la AMA no condenó al atletismo ruso a las galeras de por vida, ya que, en caso de que sus autoridades adopten las medidas necesarias para revertir la actual situación, sus atletas podrán volver a competir. “No hay de qué avergonzarse. No negamos que tengamos problemas, pero los hay en todo el mundo. A nosotros nos corresponde el mismo porcentaje que en otros países. Aquí lo han puesto todo un poco patas arriba. En Rusia hemos creado un sistema (antidopaje) normal. No encubrimos a nadie”, aseguró Mutkó a la agencia Interfax. Recordó también que los deportistas afectados por casos de dopaje en Londres fueron castigados en su momento, que él destituyó personalmente al anterior presidente de la Federación Rusa de Atletismo y que la destrucción de pruebas de sangre se llevó a cabo con el beneplácito de la AMA.