bilbao - Dos italianas, dos amigas, dos tenistas que se enfrentaron por primera vez con nueve años, coincidieron en la entrega de premios del Abierto de Estados Unidos y resultó algo caótico, muy latino, una descarga de emociones que rompió la rigidez y el protocolo que normalmente guardan estas ceremonias. Flavia Pennetta levantó a los 33 años el trofeo como la jugadora más veterana que gana por primera vez de un Grand Slam (7-6 y 6-2) y en sus últimas palabras anunció que ese fue su último partido en Nueva York ya que al final de esta temporada se retira del tenis profesional.

Eligió el mejor final, el mejor escenario posible “para que un sueño de siempre se haga realidad. Ganar un Grand Slam es lo que toda jugadora desea cuando empieza en esto y no podía imaginas una despedida mejor”, comentó Pennetta, con la emoción contenida, mientras Roberta Vinci, “una de mis mejores amigas”, no paraba de gastarle bromas. La derrotada mostró un excelente talante, sobre todo porque su final ya la había ganado el día anterior ante Serena Williams, y asumió de buen grado su derrota en lo que fue el momento más álgido de su carrera.

También fue el de Flavia Pennetta, apoyada en la grada por su novio Fabio Fognini y en el palco de honor por el primer ministro transalpino Matteo Renzi. La segunda ganadora italiana de un Grand Slam tras Francesca Schiavone, que se entrena habitualmente en Barcelona, empezó a decantar la final en el primer set que, después de mucha igualdad y de que las dos jugadoras mostraran síntomas de nerviosismo, se anotó la de Brindisi en el tie-break.

Vinci tenía que reaccionar, pero la tensión vivida la víspera le impidió mostrar la capacidad de reacción que exhibió para ganar a Serena. El servicio de la tenista de Taranto perdió eficacia y Pennetta, que firmó 28 golpes ganadores, se lo arrebató tres veces para evitarse una tensión innecesaria y cerrar el título con un juego en blanco sobre el servicio de Roberta Vinci. No hubo tanta diferencia en el juego, pero el partido cayó del lado de quien mejor manejó los puntos decisivos, de quien sabía que esa era la última oportunidad de su vida.

De paso, Flavia Pennetta ascenderá mañana hasta el número 8 del ranking mundial, el mejor de su ya declinante carrera. Nunca es tarde si la dicha es buena y el emocionante y largo abrazo entre las dos tenistas en la red, su sincera complicidad a la espera de la ceremonia, indicó que esta vez la victoria fue compartida por aquellas dos niñas que se encontraron en una pista a los nueve años y han crecido juntas en un deporte en el que es difícil hacer amigos.

final masculina Novak Djokovic y Roger Federer vuelven a citarse hoy para la final del Abierto de Estados Unidos. Será la segunda vez que se mide por el Grand Slam neoyorkino y la cuadragésimo segunda en su carrera. Los dos mejores del mundo han presentado sus credenciales durante el torneo, lo que anuncia un partido enorme en una de las canchas míticas del tenis. El serbio destronó y destrozó al vigente campeón, el croata Marin Cilic, al que colocó un 6-0, 6-1 y 6-2 en apenas hora y media de juego para plantarse en su cuarta final de Grand Slam del año. En realidad, el serbio, que persigue su décimo grande, ha jugado en 2015 todas las finales de los torneos más importantes, una trayectoria realmente asombrosa. “Gane o pierda el domingo, ha sido un buen año, el mejor de mi carrera junto a 2011. Únicamente pienso en ganar el US Open. Por eso estoy aquí e intentaré lograrlo”, avanzó Djokovic.

Federer, por su parte, ha alcanzado el partido decisivo de Nueva York por primera vez desde 2009 cuando cayó ante el argentino Juan Martín del Potro. “Parece mucho tiempo, pero no lo es tanto”, comentó el de Basilea, que con 34 años es el segundo finalista de más edad en disputar la final del US Open. Federer busca su decimo octavo Grand Slam tras superar a su compatriota Stan Wawrinka sin demasiados problemas por 6-4, 6-3 y 6-1 y se ha plantado en la final sin perder ni un solo set en todo el torneo, lo que revela un estado de forma a la altura de los mejores de su carrera. “Estoy sacando muy bien, jugando tenis en positivo. Voy a por mis tiros”, resumió el tenista suizo.