sopot - La jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce, hasta ayer reina de la velocidad al aire libre, extendió sus dominios a la pista cubierta con una victoria autoritaria en la final de 60 metros de Sopot (Polonia), dejando a su paso la mejor marca mundial del año (6,98). Los Mundiales terminaron con un récord mundial -el único- a cargo del relevo estadounidense de 4x400 metros (3:02,13) y, como en las tres ediciones anteriores, con Estados Unidos al frente del medallero, con ocho de oro, dos de plata y dos de bronce.
En sus primeros Mundiales bajo techo, Fraser-Pryce sometió a la marfileña Murielle Ahouré, primera del ranking con un registro de 7,03 que ayer rebajó en dos centésimas para colgarse la plata por delante de la campeona estadounidense, Tianna Bartoletta (7.06). Fraser-Pryce, actual campeona mundial de 100, 200 y 4x100 metros y dos veces campeona olímpica de 100, volvió a basar su victoria en una explosiva puesta en acción. No fue la más rápida en los tacos (159 milésimas) pero en el tercer apoyo estaba por delante de todas y ya no cedió.
En altura, el catarí Mutaz Essa Barshim compartió con Ivan Ukhov una marca de 2,38 metros pero, además de batir el récord asiático, le ganó el duelo en la final de altura al superar dicha cota en su primer intento mientras su adversario necesitaba tres. Ninguno de los dos pudo con los 2,40 en un concurso que había levantado grandes expectativas ante la posibilidad de que, fruto de la rivalidad, terminara cayendo el viejo récord mundial del cubano Javier Sotomayor (2,43), imbatido durante 25 años.
Además, a etíope Genzebe Dibaba, nueva reina del mediofondo mundial, dominó la final de 3.000 metros con 8:55,04, a 40 segundos de su récord mundial. La keniana Hellen Obiri, que defendía el título, sólo pudo seguirla de lejos en las dos últimas vueltas para obtener la plata y la bahrainí Maryam Yusuf Jamal, llegó tercera. Caleb Mwangangi Ndiku, de 21 años, hijo de un lanzador de jabalina, dio a Kenia la primera medalla del torneo al imponerse en 3.000 metros. - Efe