bilbao. La Fundación Ciclista Euskadi convocó ayer en el Hotel Seminario de Derio una asamblea informativa para todos sus socios, entre los cuales asistieron alrededor de 150. "Teníamos que hacer una convocatoria y la hemos hecho", expresaba el presidente Miguel Madariaga. Se trata de una cita en la que se habló de la actualidad de la entidad deportiva de cara a un 2014 que será el último ejercicio de Madariaga al frente de la estructura antes de dar el relevo a la actual coordinadora general Dorleta Zorrilla.
En la misma, se trató del aspecto económico, sobre el cual Madariaga sostiene que la Fundación, que presenta "un presupuesto para 2014 de 912.500 euros", de los cuales "tiene asegurados 650.000", no posee deudas. "No debe ningún euro a nadie", apostilla el mandatario, que no guarda preocupaciones en este sentido, aunque sí abre la puerta a cambios en el futuro a fin de "adaptarse a los nuevos tiempos que corren en el ciclismo". "Hasta la fecha no hemos aceptado la entrada de empresas extranjeras, pero si no encontramos subvenciones y es la única manera de seguir adelante, y traen corredores para formar en Euskadi, debemos acogerlos. Si tenemos apoyo digno aquí podemos seguir con la filosofía, pero si el entorno no quiere apoyar la formación, puede desaparecer la Fundación para volver a darse las Sociedades Ciclistas", decía Madariaga, quien, sin embargo, recalcaba que "ahora mismo no hay ningún cambio".
"El tema de Pablo Lechuga sabemos por qué se ha sacado", añadía el presidente, que no veía en la incorporación del andaluz una excepción. "Prueba de que no hay ningún problema es que nadie ha hecho ninguna pregunta al respecto", incidía el dirigente. "En la formación no hay ninguna excepción. Lechuga vive en Euskadi y es menor de 23 años, tiene todas las bendiciones para poder estar aquí", concluyó. Así, se ratificó la filosofía de la Fundación.