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la noche de reyes está cada vez más cerca, el calendario empuja irremediablemente a Txomin Arana a la línea de salida del Dakar en Rosario, pero el piloto vizcaino no puede dejar de cumplir con otras obligaciones derivadas de su trabajo de todo el año sobre la moto. Es por eso que hoy se encuentra en Soria para tomar parte en la prueba de MX de las autonomías, una competición por equipos en la que están representadas federaciones del norte del Estado.

Txomin Arana participará esta mañana enrolado en el equipo de Euskadi junto a otros cuatro pilotos. "Participamos siete autonomías del norte, nos han seleccionado", explica el que aspira a ser el primer piloto vasco que complete el Dakar en la modalidad de motos, "normalmente suelen ser los cinco primeros clasificados del campeonato de cada autonomía, pero en esta ocasión nos han llamado a dos pilotos que no estábamos ahí arriba. Nos han seleccionado a Iker Larrañaga y a mí, que no estábamos entre los cinco primeros porque tampoco hemos corrido todas las carreras del Campeonato de Euskadi".

La mente de Txomin está desde hace meses totalmente enfocada en la prueba americana, pero ha decidido hacer un paréntesis para competir una vez más en la modalidad en la que se desenvuelve habitualmente durante la temporada. En la carrera que arranca hoy a partir de las 13.00 horas no espera estar en la pelea por la victoria, sino que se marca otra meta diferente: "El objetivo es hacerlo lo mejor posible, pero como es por equipos ya nos irán diciendo cuál es el objetivo de cada uno, mantener cierto puesto. No va a ser ganar la carrera, porque al ser por equipos es diferente. Eso sí, habrá que hacerlo lo mejor posible".

El MX por autonomías es una prueba que se celebraba anualmente, pero por diferentes motivos dejó de ponerse hace unos años. Arana, a pesar de su juventud, sabe lo que es competir en esta cita: "De pequeño, hace años, sí que participé en esta carrera. Pero esta prueba dejó de celebrarse. Fue una pena porque participaban equipos de todas las autonomías del Estado. Este año ha vuelto a organizarse, pero solo participan autonomías de la zona norte".

En las últimas semanas Txomin Arana y su equipo han estado siguiendo a pies puntillas un plan perfectamente diseñado para llegar al Dakar con la garantía de haber hecho los deberes en todos los sentidos. Al margen del aspecto físico, el piloto seguía un programa de actividades que, entre otras cosas, incluía desplazarse el pasado fin de semana a los Monegros para realizar tres días de entrenamiento de orientación, con el GPS y los demás sistemas de navegación que tendrá que usar en el Dakar. Pero Txomin prefirió renunciar a ello para preparar la prueba de motocross que hoy disputa en Soria. "Creo que hacer un poquito de motocross, suave y sin tomar muchos riesgos, me viene bien para entrenar y ponerme fuerte. Me vendrá bien. Dentro de dos semanas, o en Navidades, iré a los Monegros".

El piloto vizcaino espera sacarle beneficios a una competición que es muy diferente al Dakar no solo en su formato y en su idiosincrasia, también requiere la utilización de máquinas muy diferentes con características que condicionan el trabajo del piloto: "Las motos de cross son mucho más ligeras, más agresivas, pero también sirven para ponerte fuerte".

Esta competición le sirve a Txomin Arana como una válvula de escape, una manera de liberar adrenalina y desintoxicar por unos días su cabeza de todo lo que rodea al Dakar. "Todo lo que sea rodar en moto viene bien en la preparación para el Dakar", explica. El motocross exige un trabajo físico que siempre servirá para poner un grano de arena más en la puesta a punto de su andamiaje: "Todas las horas de moto que haga estas semanas me vienen bien".

una modalidad explosiva El motocross es una modalidad en la que Txomin Arana se encuentra cómodo desde que era alevín. No en vano, se proclamó campeón de Euskadi de esa categoría. Desde entonces se ha curtido en la modalidad hasta conseguir en 2011 el campeonato de Euskadi de MX-1. Arana tiene claro que lo que le exige una carrera de motocross es totalmente diferente a lo que requiere el Dakar: "El motocross es muy explosivo, duro. Son veinte o treinta minutos de manga, pero son muy intensos. La carrera se hace muy dura. Raid y enduro son carreras mucho más largas pero de menos intensidad. Las hacen duras que sean pruebas de muchas horas".

Al margen de la clasificación de la carrera, Txomin Arana tendrá un objetivo muy importante durante la prueba de hoy: llegar a meta sin rasguños. Una caída podría hacerle pagar un precio muy caro a falta de pocas semanas del gran objetivo del año, el Dakar. "Sí que me da miedo tener alguna caída, porque en el motocross se asumen muchos riesgos. Voy a ir intentando conservar todo lo que pueda. No creo que pase nada". Pero una cosa es lo que uno quiere y otra la realidad. Una vez que se sube a la moto Txomin solo piensa en ir lo más rápido posible y reconoce que será complicado no exprimir el acelerador: " La verdad es que suele ser difícil pensar en tener cuidado. Habrá que mentalizarse y arriesgar lo menos posible".