Bilbao

EL San Inazio Béisbol es un histórico del deporte vizcaino que lucha por promocionar una disciplina que cuenta con millones de seguidores en todo el mundo pero que no ha conseguido encandilar a los seguidores bilbainos ni suscitar el interés de los medios. En estas fechas, con casi todos los deportes de equipo de vacaciones, en el polideportivo El Fango el silencio solo es interrumpido por chasquidos secos, por el sonido de la madera golpeando al cuero, por los entrenamientos del Sani. Y es que al conjunto bilbaino aún le quedan un par de jornadas para concluir su temporada, en las que intentará hacerse con un hueco en la próxima edición de la Copa.

"El Béisbol no es un deporte que haya aterrizado hace poco entre nosotros; lleva setenta años en Bizkaia", explica Kepa Pocero, mánager del San Inazio. La historia del béisbol en nuestra tierra viene de atrás. Antiguamente, colegios como La Salle o Salesianos tenían equipos. El Sani lo fundó hace casi sesenta años Pedro Alday, todo un pionero del béisbol que tiene el honor de formar parte del salón de la fama del béisbol estatal. Desde sus orígenes el equipo ha tenido gran arraigo en el barrio al que representa. "Formaba parte del deporte de calle, en el barrio todos jugábamos", recuerda Pocero. "Yo comencé a jugar porque mi padre lo hacía, San Inazio siempre ha sido un barrio muy beisbolero", comenta Aitor, uno de los canteranos del equipo. Los años buenos quedan ya lejos: "Estamos en una fase regresiva, a nivel deportivo estamos mejor que nunca, pero a nivel de promoción y de infraestructuras estamos en uno de los momentos más flojos que recuerdo".

La crisis económica también ha supuesto un problema añadido, cada vez es más difícil encontrar el apoyo de los patrocinadores, ya sean privados o públicos. Aún así, el técnico no cree que eso sea lo peor a lo que se enfrenta el béisbol. "Para nuestro deporte la crisis es permanente, lo económico lo vas sacando adelante con sacrificios. Lo peor es que no tenemos capacidad para mostrar nuestro deporte".

Las gradas de El Fango no suelen presentar una mala imagen, aunque la duración de los partidos -unas tres horas- y el que se jueguen dos partidos consecutivos no ayuda a atraer una gran masa de aficionados.

en la élite desde 1992 A pesar de las dificultades, el San Inazio mantiene su plaza en la élite del béisbol estatal (División de Honor) desde 1992 y en la actualidad marcha en una más que digna cuarta posición. La fórmula para seguir los resultados es cuidar la cantera en la medida de lo posible y apuntalar la plantilla con jugadores foráneos que buscan mantenerse activos mientras sus ligas están paradas. Cuenta con siete venezolanos, tres cubanos y dos dominicanos de un total de 23 jugadores (muchos de ellos tienen doble nacionalidad).

Estos jugadores llegan con cartel de estrellas y su rendimiento es vital para la consecución de los objetivos de la temporada. Es el caso, por ejemplo, de Juan López y Remigio Leal, dos talentosos lanzadores llegados desde Venezuela y Cuba respectivamente para apuntalar la plantilla vasca. López lleva tres temporadas defendiendo los colores del equipo bilbaino y, además de jugar, colabora en la preparación de los entrenamientos y dirige a las categorías inferiores. Para el venezolano, con experiencia en Estados Unidos, el paso de una zona en la que el béisbol es muy importante y competitivo a una liga que pasa casi desapercibida, ha supuesto "un cambio muy drástico".

"Allí juegas a diario y aquí una vez a la semana, así que y te preparas de forma distinta", relata López. Para López la poca atención que recibe el béisbol en los medios es "injusta". Remigio Leal, por su parte, es todo un veterano que ha lanzado por lo largo y ancho del globo y aunque a sus 49 ya ve cerca la retirada, no ha dudado en unirse al San Inazio esta temporada. Al igual que su compañero, Leal cree que para mejorar la situación del béisbol en Bizkaia "hay que hablar más de ello en la prensa".

El principal reto al que se enfrentan desde el Sani es conseguir que la gente se anime a practicar el béisbol y no se decante por los deportes más populares. En Bilbao se enfrentan a la sempiterna competencia con el Athletic. Para los responsables del San Inazio solo hay una solución: La promoción de los deportes minoritarios por parte de las instituciones. "Tendría que cambiar la política deportiva, los niños tienen que probar todos los deportes y que a los catorce o quince años decidan", propone Pocero.

trabajo de cantera El San Inazio lo intenta. Su cantera ha logrado buenos resultados e incluso llegó a imponerse el año pasado en el campeonato estatal en categoría juvenil. También cuenta con una escuela de béisbol que no termina de dar los frutos esperados. "Por aquí pasan muchos niños a los que les llama la atención y se hacen fotos pero luego no se atreven a pasar la valla", afirma Fernando San Andrés, el presidente del club. Además, las características propias del juego no facilitan la iniciación a una edad tardía. "Con el tiempo tienes que adquirir una serie de conocimientos tácticos y técnicos, no es llegar y ponerse a batear", explica Pocero aunque matiza que "las puertas están abiertas siempre". "Es un deporte distinto", afirma López, "es 90% mental y requiere de velocidad, reacción y potencia".

El San Inazio seguirá luchando por mantenerse en la élite más allá de los que se enfrenta temporada tras temporada. De ellos dependerá, en gran medida, el futuro de este deporte en Bizkaia. Porque como dice Kepa Pocero, "el San Inazio es una isla en el béisbol vizcaino".