bilbao. Lucas Rosol fue el último tenista que ganó a Nadal. El 28 de junio de 2012 en Wimbledon las rodillas del de Manacor gritaron basta con solo cinco derrotas en 48 partidos. Desde esa fatídica tarde sobre la hierba londinense, no ha jugado contra nadie más que contra sí mismo, contra su cuerpo, con ese espíritu indomable que le ha convertido en uno de los mejores tenistas de la historia y que quizás le empujaba a volver antes de tiempo.

No fue en Abu Dhabi ni en Australia, por culpa de un problema gástrico. El tenista de Manacor reaparece hoy en Viña del Mar, en Chile, una ciudad y un país que le han recibido como lo que es: una de las grandes figuras del deporte mundial. El presidente Sebastián Piñera le recibió con todos los honores en el Palacio de la Moneda y cada entrenamiento de Nadal durante estos últimos cuatro días ha sido seguido por una multitud de espectadores y periodistas.

La ocasión lo merece porque Nadal no jugaba en febrero en Suramérica desde 2005, el año en que empezó su escalada hacia la cima del tenis. De mayo de ese año data también la última vez que el balear estuvo, como ahora, fuera de los cuatro primeros del circuito. Quinto a más de 7.500 puntos de distancia de Djokovic, Nadal reemprende su regreso a la cima. "Aún tengo alguna molestia, pero no hay riesgo de que vuelva a romperme", señala.

Pero como a tantos deportistas que pasan más de medio año entre la camilla del fisioterapeuta y el gimnasio, al de Manacor le asaltan las dudas. Por eso, no tiene prisa. "Necesito semanas de rodaje. Mis objetivos no serán los mismos aquí que lo que tendrían que ser dentro de meses. Hay que tratar de ir poco a poco, con la humildad de que las cosas no van a salir igual de bien que cuando me fui. Hay que ser un poquito pacientes", apunta Nadal antes de un torneo en el que busca "sensaciones más que el resultado, aunque espero jugar a un nivel aceptable".

Nadal ha elegido la tierra para volver porque es el medio en el que mejor se mueve, en el que su cuerpo y su rodilla pueden sufrir menos y empezar a sentir de nuevo el esfuerzo de la competición. El balear se estrenará hoy en los dobles junto a Juan Mónaco y mañana debutará en el cuadro individual. Lo que se ha perdido en estos siete meses ya no lo va a recuperar y ha sido mucho para alguien con su ambición: los Juegos Olímpicos de Londres, el Abierto de Estados Unidos, los Masters 1000 de Montreal, Cincinatti, Shangai y París y la Copa Masters, además de otros torneos y las rondas finales de la Copa Davis de 2012.

pensando en la tierra El torneo de Viña del Mar es el primer paso de un camino que seguirá en Sao Paulo y Acapulco y que debe colocarle cerca de su mejor condición en los torneos de Indian Wells y Miami, que cerrarán el primer trimestre del curso y preludiarán la temporada europea de tierra. Los médicos le han aconsejado prudencia y él mismo es consciente de que quizás tenga que parar en alguna ocasión para no sobrecargar su articulación.

Si mira a su alrededor Nadal tiene motivos para la esperanza. Del Potro estuvo en 2010 ocho meses fuera por una lesión en la muñeca, en 2011 pasó del puesto 484 del ranking al 11 y en 2012 recuperó un sitio entre los ocho mejores. Nalbandián, Cañas, Ferrero, Muster, Haas, Blake... son otros tenistas que se recuperaron tras largas inactividades para volver a ser ganadores, Aunque ninguno estaba tan arriba como Rafa Nadal.