España 28-24 Alemania

España: Sterbik, Alberto Entrerríos (6), Maqueda (3), Víctor Tomás (7, 1 p.), Sarmiento (1), Aginagalde (7), Rivera (3) -equipo inicial-, Sierra (p.s.), Rocas (1), Cañellas, Montoro, Viran Morros, Ruesga, Antonio García, Ariño y Guardiola.

Alemania: Heinevetter; Roggisch, Groetzki (2), Weinhold (2), Haas (3), Klein (4), Christophersen (6, 1 p.) -equipo inicial-, Kneer, Wiencek (1), Teuerkauf (4), Strobel, Schmidt (1 p.), Fath y Pfahl (1).

Marcador: 3-3, 5-5, 7-7, 9-9, 10-10, 12-14 (descanso); 17-15, 18-18, 20-20, 22-21, 25-21 y 28-24.

Árbitros: Gubica y Milosevic (Croacia). Excluyeron por dos minutos a Alberto Entrerríos (2), Maqueda y Guardiola por España, y a Kneer, Roggisch (2), Strobel y Haas por Alemania.

bilbao. España peleará por la medallas este fin de semana. La selección estatal supo tirar de oficio y sufrir ante la siempre potente e irreductible Alemania para solventar su duelo de cuartos de final y hacerse con una plaza de las semifinales del Mundial que se disputarán en Barcelona. Los anfitriones supieron corregir sus defectos durante el partido más complicado que se han encontrado en el Mundial y se aprovecharon de diez minutos finales casi perfectos para dejar en el marcador el 28-24 final y desatar el delirio de la afición colorada.

La obligación de ganar en un duelo tan importante agarrotó el juego de los locales en varias fases del partido, pero a pesar de ello, los hombres entrenados por Valero Rivera supieron rehacerse una y otra vez y nunca dejaron que Alemania sentenciara el partido. En el primer tiempo España apostó por una defensa 5-1, con los laterales adelantados y habilitando demasiado espacio para que el pivote rival campase a sus anchas. La fórmula no cuajó como se esperaba, no porque el equipo perdiese su eficacia defensiva, sino porque también perdió la baza de los contragolpes, la que le hizo superar con solvencia a Serbia en octavos de final.

Para colmo de males, España no tenía en la retaguardia a un Arpad Sterbik inspirado y en ataque el balón no atravesaba la cancha con fluidez, por lo que no llegaba a los seis metros con claridad para que Julen Aginagalde colaborase con sus goles. Pero a pesar de todos esos males, Alemania no conseguía despegarse en el marcador. El extremo Víctor Tomás y Alberto Entrerríos mantuvieron con vida a los hispanos ante unos alemanes a los que les salía todo lo que intentaban.

una defensa 6-0 Rivera reaccionó y encontró el camino en el pasado. A Sterbik lo sustituyó José Manuel Sierra y España volvió a la defensa 6-0 tras el descanso. Fue entonces cuando los anfitriones recuperaron su mejor versión defensiva y dejaron sin ideas a los germanos. Cada paso trajo consigo el siguiente: mejor defensa, mejores contragolpes, más tranquilidad en ataque estático y aparición de Aginagalde. Para cuando los alemanes se dieron cuenta, habían perdido los dos goles de renta con los que contaban en el descanso. A pesar de todo, los alemanes se mantuvieron en la pomada hasta que el reloj señaló que faltaban diez minutos. Fue ahí cuando España despegó.

El marcador lucía un 22-21 a favor de España, pero a partir de ahí la maquinaria local no aflojó lo más mínimo. Sierra se convirtió en una pesadilla para los lanzadores germanos y Julen Aginalgalde se escapó hasta los siete goles, rompiendo el sueño de sus adversarios.

El equipo entrenado por Valero Rivera alcanza las semifinales de su Mundial, por lo que peleará por las medallas este fin de semana en Barcelona. De la gran final del domingo solo le separa Eslovenia, que ayer se impuso en un ajustado partido a Rusia.