bilbao. Lo que mejor ilustró la carrera de ayer de MotoGP fueron las decisiones de la realización de la televisión del Mundial. Jorge Lorenzo apenas apareció en imágenes. No lo hizo porque su superioridad fue tal en el Gran Premio de Francia que las cámaras omitieron su actuación, su excepcional protagonismo, transmitiendo que el interés estaba en otra zona de la prueba, en otros metros del circuito Bugatti de Le Mans. Giorgio, tan extraordinario para exiliar la emoción, relegó el espectáculo a la batalla por una segunda posición que saboreó Valentino Rossi. Il dottore no se veía en una de estas precisamente desde hace un año, cuando en este mismo trazado fue tercero. Es su segundo podio y mejor resultado desde que se pusiera a los mandos de la Ducati. Para él, con la que cae en su garaje, tanto en lo deportivo como en lo económico, es tiempo de renacimiento. ¿Por qué no? Para dejarse querer pensando en 2013. Y, pensando mal, para dejar en evidencia a su montura y relucir su talento, limpiarlo de crítica, desempolvarlo de malos augurios.

Desde la cuarta pintura de partida, Lorenzo tardó un abrir y cerrar de ojos en colocarse en cabeza, unos recodos, geniales y sin paciencia. Con el asfalto mojado, una sopa, como comprobó De Puniet al soltar con agresividad el embrague y patinarse en la misma parrilla de salida, el mallorquín se hizo hijo del riesgo y quiso ser más que los demás. Solo Rossi, que zarpaba séptimo, le igualaba en ambición en esos primeros compases en los que la prudencia era el arma de la mayoría. Por ejemplo, para el poleman Pedrosa, que, lejano a sus fulgurantes arrancadas, cayó hasta la sexta posición. La lluvia encoge al catalán.

La maniobra de Giorgio fue endiablada, bestial, reflejándose un segundo por vuelta más veloz que sus enemigos durante los cinco primeros pasos por meta. Casey Stoner, segundo, reaccionó para equilibrar diferencias. El australiano se proyectaba como la única alternativa a la victoria de Lorenzo. Pero el daño estaba hecho. La distancia jamás bajaría de los dos segundos y medio. Porque así lo quiso Jorge, un metrónomo. Gestionó el tiempo de su pizarra como buen mariscal de batalla.

Rossi rodaba desaforado ante la oportunidad de, equilibradas las fuerzas mecánicas por el asfalto mojado, recordar al mundo quién sigue siendo. De modo que se lanzó a la caza del canguro. Tras el italiano viajaba el ya habitual tándem Dovizioso-Crutchlow o viceversa, las Yamaha satélite del Tech3. Y bonita guerra entre hermanos de box mantuvieron, y en la que metieron también a Rossi. De hecho, Crutchlow llegó a colocarse tercero, tras Lorenzo y Stoner, viendo ante sí la ocasión de su primer podio. Si bien, los miembros del Tech3 se caerían, aunque podrían reincorporarse para concluir. Dovi sería séptimo y Crutchlow, octavo. A pesar de lo de ayer, buen papel de ambos este curso.

stoner claudica ante rossi Stoner, que llegaba líder a Francia, no quería dar síntomas de flaqueza tras su anuncio de retirada. Pero tras él, Rossi tenía menos que perder. Con 20 vueltas consumidas de las 28 totales, Il dottore registró la vuelta rápida de la carrera. Stoner, hasta ese instante rocoso en su resistencia, estaba sentenciado. Valentino se reservó las cinco últimas vueltas para cocinar el podio. Le metió dos veces la rueda al vigente campeón del mundo y el australiano no se arrugó al sostener el envite y recuperar la segunda plaza. El tercer intento de Rossi fue el definitivo. Stoner claudicó con un ojo puesto en el título Mundial. Así, el transalpino regresaba un año después al podio y lo hacía en el mismo lugar, Francia, donde, casualidad, ayer intercambió un casco con el piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher. De campeón a campeón se transmitieron suerte. "Normalmente cuando quieres que llueva es que estas en la mierda", dijo Vale. A lo cual, añadió: "Me he encontrado a gusto sobre la moto". Delator.

Casi 10 segundos por delante de Rossi cruzaba la meta Lorenzo, que recuperaba el liderato con su aplastante segunda victoria del curso. Lo que vino siendo un baño para el posterior gratificante masaje. Con 90 puntos en la general, 8 le distancian ahora de Stoner.