Rialp (Lleida). La etapa reina de la Volta a Catalunya, en la que Janez Brajkovic (Astana) se hizo con la victoria, fue un infierno para los ciclistas por culpa de la nieve y el frío, que obligaron a la organización a reducirla 55 kilómetros, por lo que los jueces mantuvieron el tiempo de la general de la segunda jornada, la del martes. Por lo tanto, el suizo Michael Albasini (Greenedge) mantuvo el liderato de la Volta en una jornada aciaga que deslució completamente la espectacular tercera etapa de la prueba con salida en La Vall d'en Bas y diseñada en un principio para recorrer 210 kilómetros con la meta en la estación de esquí de Port Ainé.

Finalmente, la llegada se adelantó al kilómetro 155, en la localidad de Canturri, donde Brajkovic fue el más rápido de un grupo de escapados por delante de Michal Golas (Omega-Quickstep) y de Mikael Cherel (AG2R).

La dureza de la etapa y de las condiciones meteorológicas se vieron reflejadas en los numerosos abandonos: Alejandro Valverde (Movistar) no tomó la salida por precaución tras la caída sufrida el martes; Andy Schleck (Radioshack-Nissan) abandonó durante el transcurso de la prueba, igual que su compañeros Tiago Machado, Amets Txurruka (Euskaltel), o Paolo Tiralongo (Astana), entre muchos otros, que ya no podrán volver a la carrera.

Los corredores caían como moscas por el frío y la dureza del trazado y cuando la organización decidió poner fin al sufrimiento un grupo de escapados tenían una ventaja considerable respecto al pelotón, con los grandes favoritos, cuya última referencia era de 8 minutos. En un sprint a ciegas, puesto que los corredores no sabían donde estaba la meta, Brajkovic se adjudicó la etapa en el día "más duro de su carrera".