Tampoco Federer
Djokovic apea al suizo y entra en su segunda final consecutiva del Grand Slam
bilbao. Novak Djokovic quiere que el dominio del tenis mundial lo ejerza un triunvirato. Después de que Rafa Nadal cayera en cuartos de final del Abierto de Australia ante David Ferrer, el tenista serbio destronó ayer a Roger Federer de manera incontestable (7-6, 7-5 y 6-4), haciendo gala de esa tenis agresivo y frenético que le ha dado sus mejores éxitos. Después de perder el primer set en una muerta súbita que dominó el jugador balcánico, el número 2 del mundo trató de recuperar sus opciones y gozó de varias situaciones ventajosas, pero cometió errores en momentos trascendentes mientras que el tenista de Belgrado se comportó con gran determinación y se hizo con el partido en tres sets.
"No se puede decir que haya venido una nueva era. Pero sí que hay más jugadores capaces de ganarles y eso es muy bueno para el tenis. Puede ser que algo esté cambiando", comentó Djokovic tras el partido. "¿La hora del relevo para mí y para Rafa Nadal? Vamos a hablar dentro de seis meses. Esta vez, Djokovic fue mejor y hay que pasar página", apostilló Federer. Este es el gran debate cada vez que los dos grandes del tenis no llegan a una final. Muerta la posibilidad del Rafa Slam, para el de Basilea esta derrota supone estancarse en los 16 títulos de Grand Slam y quebrar la racha de ganar al menos uno de cada cuatro que tenía desde que se llevó Wimbledon en 2003.
Por su parte, Novak Djokovic, que cerró 2010 ganando con su país la Copa Davis, afrontará su segunda final consecutiva en un grande y la segunda en la pista rápida de Melbourne, precisamente el único Grand Slam que figura en su palmarés desde que en 2008 ganara a Jo-Wilfried Tsonga en la última final que no tuvo a Federer o Nadal. El rival del serbio por el título de 2011 saldrá del duelo de hoy (9.30 horas, Cuatro/ Canal+) entre Andy Murray y David Ferrer, que en cualquier caso dará lugar a una final inédita en la mañana del domingo.
wozniacki, otra vez k.o. En las semifinales femeninas, el Abierto de Australia dejó también otro episodio para la historia. La china Na Li se convirtió a sus casi 29 años en la primera tenista de su país en alcanzar la final de un Grand Slam. Su víctima fue la número 1 del mundo, Caroline Wozniacki, que sigue sin poder sumar un torneo grande a su palmarés. La danesa estuvo a dos juegos de llevarse el partido cuando en el segundo set dominaba por 4-1, pero Na Li, que no había cedido ningún set en el torneo, inició una reacción incontenible que cuestionó la supremacía de Wozniacki. "Si gano la final, quizás me pueda retirar. No me quedará mucho por hacer", confesó la jugadora de Wuhan, apodada ya en el circuito como "La Muralla China" y que ignoraba que, justo ayer, se cumplía su aniversario de boda.
En la otra semifinal, no hubo sorpresa y Kim Clijsters se plantó en la final de Australia siete años después tras arrasar a la rusa Vera Zvonareva por un doble 6-3. La belga, que ya es número 2 del mundo, busca su cuarto título de Grand Slam, el primero fuera del Abierto de Estados Unidos que ha ganado tres veces, la última en 2010. Pero deberá tener cuidado con Na Li, que ya le venció en la final del torneo de Sydney.