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Sexo, drogas y...

Sexo, drogas y...

andre Agassi es el epílogo. Es el último de los deportistas que ha destapado su pasado, el oculto, y lo ha plasmado en letras. Es el último que ha cogido sus experiencias, las extremas, y las ha envuelto en tapas, en las del libro Open: An autobiography. Confesiones multicolor, como que consumió cristal, que jugó con peluca en su primera final de Roland Garros en 1990 e incluso, que detestaba el tenis. Es el último que ha levantado polvareda con su autobiografía, una más con gancho morboso. Antes que él ya peloteó Boris Becker. Lo hizo en Un momento, quédese un rato donde confesaba que entre 1987 y 1992 fue adicto a los somníferos: "Eran mi gran problema. Al final, me despertaba en medio de la noche, porque su efecto sólo me duraba tres o cuatro horas. Entonces pasé a tomar una dosis doble", explicaba el alemán. Cada anochecer, después de cenar, el ex tenista agarraba una caja de Planum junto a dos cervezas y un vaso de whisky. El que fuera número 1 mundial y tres veces ganador de Wimbledon argumentaba que era incapaz de soportar el estrés, el jet-lag y sus desbordadas ansias de triunfar. "Pedí a mi mujer que me disparara. Estaba desnudo en la terraza de mi casa de Múnich. Había estado en la Oktoberfest -el festival anual de la cerveza de la capital bávara- y no podía reponerme ni con duchas frías, ni con aspirinas, ni agua mineral", cuenta en otra de las páginas. Pero Becker tenía otro flanco débil, las mujeres: "Los hombres no están hechos para la monogamia", se justificaba. Divorcio, reparto de dinero a mansalva, evasiones del fisco y de la cárcel... discurren por las últimas líneas de sus memorias publicadas en 2003.

Uno de los primeros tenistas que salió de las pistas y se sumergió en sus propias historias turbulentas fue John McEnroe en 2002. En You cannot be serious (Estás de broma o qué), su grito, su muletilla para protestar a los jueces, desenmascaró su consumo de anabolizantes y de estupefacientes durante la cima de su carrera. Su ex mujer, Tatum O"Neal, que también escribió su autobiografía -llena de oscuros capítulos de maltratos y adición a la heroína- reconoció que el verdadero vicio del estadounidense era la cocaína. La misma fiera que atacó a Pat Cash, cuando las lesiones empezaron a consumirle en 1985. Uncovered (Al descubierto) radiografía un mundo de drogas, alcohol y depresión. "Uno siente que nadie te quiere cuando pierdes, y deseas matarte. Me enloquecía, rompía cosas en los cuartos de los hoteles y consumía drogas, empezando por cannabis a eso de los 17 años. Fumar marihuana era común entre los tenistas entonces". El ganador de Wimbledon en 1987 admitió ante el folio en blanco en 2002 que "hubo veces en que estuve muy cerca de suicidarme".

Harald, Toni, Schumacher, portero de la selección alemana de fútbol convirtió su Anpfiff (Tarjeta Roja) en 1987 en un best-seller. Fue el primero en abrir la veda y levantar un terremoto, sobre todo, en el mundo del balón-pie al reconocer el dopaje en su equipo, la división de clanes de la selección y otros argumentos que le llevaron a ser expulsado inmediatamente de su club (Colonia) y de la Nationamannschaft. Schumacher relata episodios de la concentración del Mundial de México"86: "Cada mediodía, junto al agua mineral enriquecida con electrolitos, nos tragábamos una cantidad ingente de pastillas: hierro, magnesio, vitamina B en dosis masivas. Al lado de la mesa en la que nos sentábamos, había una palmera colocada en una jardinera de madera repleta de tierra. Metimos allí tantas pastillas de hierro, que creo que en un par de años saldrán tornillos".

Más recientemente, en noviembre del pasado año, Cassano convirtió sus vivencias en papel. El ex jugador del Real Madrid, ahora en la Sampdoria, hizo alarde de macho al confesar que había estado con 600 ó 700 mujeres en Lo digo todo. "Cuatro novias en once años son pocas, por eso para compensar he tenido alguna que otra aventura. En total calculo que habré mantenido relaciones con entre 600 y 700 mujeres". Cassano fue más allá: "He jugado grandes partidos después de practicar sexo. Por ejemplo, antes de la Roma-Juve (4-0) había estado hasta las 6.00 de la mañana con una de las tantas amigas que tenía".

El jugador de waterpolo, Pedro, Toto, García, campeón del mundo y oro olímpico, se desahogó en Mañana lo dejo donde en 2008 contó que llegó a hacer "cosas gravísimas, como beber, tomar cocaína, coger a mi hija en brazos... Un bebé, porque estaba llorando, y desear que se callase para meterme otra raya. Mi primera mujer confió plenamente en mí, pero la abandoné cuando la niña tenía ocho meses". A Jesús Rollán, que se suicidó en 2006, le dedica un capítulo entero: "A Jesús nos lo quitó una enfermedad psiquiátrica agravada por su adicción. Esa vida de desenfreno nos derrotó".

También provocaron revuelo las autobiografías de Greg Louganis, saltador de trampolín, que en 1995 en su Breaking the Surface (Rompiendo la superficie) reconoció que era homosexual y que sufrió abusos por parte de una pareja, además describía cómo contrajo el sida. John Amaechi fue el primer jugador de la NBA que salió del armario. Lo hizo en Man in the Middle (El hombre en medio) en 2007, cuando ya estaba retirado.