ENTONCES los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: 'Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?'. Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: 'Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo'. Ellos le presentaron un denario. Y les dice: '¿De quién es esta imagen y la inscripción?'. Dícenle: 'Del César'. Entonces les dice: 'Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios'. Al oír esto, quedaron maravillados, y dejándole, se fueron" (Mateo 22,15 22).

Desde hace casi tres décadas, la Iglesia institucional mantiene (y anima) a la derecha extrema en los medios de comunicación propios. Aquellos católicos que no seguimos los preceptos del sector más conservador del PP o de la extrema derecha sin aderezos nos vemos insultados diariamente desde 13 TV o desde la COPE. Eso sí, luego la institución nos pide que pongamos una cruz en nuestra declaración de la renta. Es decir, que destinemos parte de nuestros impuestos a ser insultados.

¿Asume monseñor Rouco Varela el fondo y la forma de lo que se dice? Por esta COPE han pasado elementos como Encarna Sánchez, Federico Jiménez Losantos o César Vidal. Ejemplos todos para los católicos. En 13 TV, monseñor Rouco y sus fieles han echado el resto: Alfonso Merlos, Carlos Cuesta, Isabel Durán, Curri Valenzuela? o un selecto grupo de tertulianos del tipo Blas Piñar, el general Monzón, Pío Moa, Herman Terstch?

En los medios de la Conferencia Episcopal, la objetividad, la prudencia, la verdad? la profesionalidad (en el caso de 13 TV) son conceptos que no forman parte del libro de estilo. Se mezcla de forma obscena la información y la opinión. Solo se da el contrataste negativo. Para informar de la visita del abogado de Luis Bárcenas a la prisión de Soto del Real, Merlos o Cuesta lo compensan con el tema de los ERE de Andalucía, aunque sean noticias antiguas: "Hoy el abogado de Luis Bárcenas, Gómez de Liaño, le ha visitado en la prisión, pero qué decir de los sindicalistas golfos de la UGT que se gastan en mariscadas el dinero de las subvenciones". Lo de las tertulias es todavía peor. Que a nadie se le ocurra discrepar o poner un punto de vista distinto: es interrumpido, avasallado y, en ocasiones, humillado. Lo peor es que el afectado tiene que aguantar lo que le echen porque el trabajo está muy mal.

Aunque todo este grupo exhibe impresionantes currículums, se obvian formas que se enseñaban en primero de Periodismo. Que la estrella de la televisión de Rouco utilice una red social para difundir una fila de ovejas que enarbolan banderas catalanas en los días de la Diada no tiene nombre. A nos ser que el monseñor gallego anime estas cosas, que no tienen nada que ver con "la difusión del credo y los valores de la Iglesia católica". Yo sigo el credo y los valores de la Iglesia católica sin ninguna necesidad de militar en el PP o en la extrema derecha. Estoy muy cerca del Papa Francisco y muy lejos de monseñor Rouco. Con este último resulta labor ardua no avergonzase del Evangelio.

Sería muy bueno que los señores obispos, incluido el mío, monseñor Iceta, expliquen dónde está el límite en sus medios y cuál es, exactamente, la finalidad de los mismos. Si el Evangelio sirve de algo en estos casos. Cuando los monseñores se meten en política, se convierten en señores. Entonces deberían desprenderse de sus hábitos y hablar en su propio nombre. Y que conste que yo creo que los curas pueden tener ideas políticas y defenderlas, otra cosa es la jerarquía-institución que debería respetar las de todos, especialmente las de todos los católicos.

En cierta ocasión escuché a monseñor Amigó, arzobispo de Sevilla, decir que lo que pretendían los obispos era garantizar "la pluralidad informativa". ¿Es esa la misión de la Iglesia? Si fuese así, lo lógico es que crease medios para quienes no somos del PP y, a pesar de monseñor Rouco, de la COPE y de 13 TV, seguimos siendo católicos, aunque no pongamos la cruz en la declaración de la renta.