Panorama borroso en el Athletic
Y espérate porque el estado de ánimo puede cambiar en breve y no para mejor
Parece que quince días para cargar las pilas y cambiar el paso no han valido de nada. El equipo continúa estancado, sin chispa y muy vulnerable, emitiendo síntomas que empiezan a alterar el talante de por sí generoso del entorno. Y espérate porque el estado de ánimo puede cambiar en breve y no para mejor
. Lo de perder contra el Barcelona es algo asumido, esa derrota con más o menos goles en el marcador se procesa a efectos prácticos como si fuera el día de Navidad o el de la fecha de entrada en la primavera: no deja de ser un acontecimiento que tiene lugar cada año y por tanto no procede rasgarse las vestiduras, aunque siga escociendo. Se debe tomar como una especie de penitencia. Preocupante será lo que vaya a pasar si el Athletic no reacciona mañana en Praga y, especialmente, si tampoco es capaz de sacar nada en limpio de la visita al Levante del próximo fin de semana.
Alguien dirá que este par de compromisos se halla en otra dimensión, ninguno sería equiparable en términos de dificultad al celebrado en el Camp Nou. De acuerdo, pero de ahí a confiar ciegamente en asistir a una reacción a costa del Slavia o del conjunto donde está cedido Unai Vencedor, que ahora comparte farolillo rojo con el Oviedo, pues existe un trecho.
En momentos de flaqueza como estos, resulta oportuno recordar cómo hace un año siendo inferior a lo largo de prácticamente los noventa minutos, pasándolo muy mal, el Athletic logró deshacerse por la mínima del Slavia en San Mamés. Pero entonces, la dinámica de los de Valverde era exactamente la contraria a la que estamos viendo desde agosto. Seguro que los jugadores checos tampoco lo han olvidado, fue duro para ellos. La trascendencia del nuevo cruce con el Slavia se sintetiza fácilmente: si el Athletic no gana, está fuera de la Champions.
Preocupante será lo que pase si no reacciona en Praga y, especialmente, si no saca nada en limpio de la visita al Levante
Suena fuerte, pero es que luego se medirá al campeón, al Paris Saint Germain. Aún le quedarán dos retos más, Atalanta y Sporting de Portugal, pero incluso resolviendo ambos el acceso a la siguiente ronda ya sería inviable, con nueve puntos no alcanza. O sea que todo lo que no sea ganar al Slavia equivale a despedirse de Europa antes de lo previsto por muchos, incluido el propio club.
Y siendo una decepción, con su correspondiente reflejo en el apartado económico, tampoco supone un problema grave en sí mismo. Podría catalogarse como un baño de realidad para la gente que tiende a fabricar expectativas sin una base sólida, pero nada más. Bastaba con mirar la composición del grupo para templar el nervio, pero si en el actual contexto se analiza con un mínimo de perspectiva la situación, incluso el optimista más incorregible admitirá que el adiós a Europa debería servir de ayuda para enderezar el rumbo en el resto de los frentes.
Lejos de la versión competitiva
Conviene ir haciéndose a la idea y, por qué no, aceptar con humildad que este Athletic es una sombra de sí mismo, encadena muchas semanas alejado de una versión competitiva, le cuesta reaccionar y está opositando a meterse en un lío. Bueno, en un lío ya está, pero todavía se antoja reversible. Claro que, cuidado, pues en cuestión de días puede pasar a convertirse en un problema serio. Quien tenga dudas al respecto, que repase el calendario previo a las vacaciones navideñas.
El frío y la nieve recibirán al Athletic en Praga
El de liga sobre todo, donde el Athletic acaba de igualar el número de derrotas de la anterior edición liguera, seis. Semejante registro a estas alturas refleja una realidad palpable de cariz negativo que, por desgracia, se repite con una frecuencia incuestionable. Un simple vistazo a la clasificación en vez de alentar la esperanza, esparce más dudas y temores. Figurar octavo no es garantía de nada, puesto que (aparte de lo que apunta la trayectoria reciente propia) inmediatamente detrás y prácticamente con los mismos puntos se hallan seis equipos y ninguno de ellos se va a enfrentar a Real Madrid y Atlético de Madrid en el espacio de tres días, después de visitar al Levante. Otro dato, el cuarto en la tabla cuenta ya con un colchón de once puntos respecto al Athletic.
