Un día para la historia. El 6 de abril de 2024 puede quedar grabado para todos nosotros en la memoria de por vida. La sexta final copera en muy pocos años, dos de ellas, eso sí, sin público. El Mallorca enfrente y toda una marea de aficionados rojiblancos que han inundado Sevilla y las poblaciones de alrededor dando un colorido difícil de olvidar. No quiero ni pensar lo que puede ser esta noche La Cartuja, solo imaginarlo se me pone el vello de punta.

De todas las finales disputadas y las que quedan, estamos todos de acuerdo en que esta es la que más posibilidades otorga al Athletic de cara a una posible victoria. El cartel de favorito lo tiene colgado desde el primer minuto el plantel de Ernesto Valverde. La clasificación en liga, las sensaciones durante todos estos meses y la calidad de algunos de sus futbolistas más determinantes provoca que, haciendo las cosas bien, la Copa puede viajar a Bilbao. Eso no quiere decir que vaya a ser una tarea fácil, qué va.

Los de Aguirre juegan con esa baza y el Vasco maneja su vestuario como nadie. Llevan toda la semana quitándose presión y metiendo la misma en el bando de los leones. Quizá en otra ocasión esto me causaría cierto miedo o agobio, ahora, sinceramente, no. Este equipo tiene argumentos más que de sobra y futbolistas que han demostrado en muchas ocasiones que pueden superar todo tipo de momentos. El desparpajo con el que juega al fútbol alguno de ellos es algo que hacía mucho tiempo no veíamos en el Athletic.

Una de las claves que apuntaba esta semana Javier Clemente en Onda Vasca es precisamente el factor público. Durante el partido puede haber momentos de duda y es ahí donde toda la afición que se ha desplazado hasta la ciudad hispalense debe dar ese impulso necesario para sacar al equipo de ese instante. Vamos a ser mayoría y hay que demostrarlo en el estadio. Solo un grito, solo una voz y mucha fuerza para transmitir.

Este sábado la emoción, la ilusión y la alegría van a pulverizar cualquier otro registro anterior. Bizkaia entera y allá donde haya un athleticzale van a vivir en dos colores, el rojo y blanco. Las diez de la noche es la hora de comienzo del partido y desde ahí en adelante todo lo hecho, disfrutado y vivido desde que se eliminó al Atlético de Madrid quedará en el recuerdo y desde ese momento comprobaremos si la Copa es para el Athletic, ojalá, o para el Mallorca. El equipo está preparado.

El sueño de niño de todos nosotros se puede cumplir y Valverde y sus pupilos nos lo pueden regalar. Los primeros que lo quieren lograr son ellos y para ellos será la mayor de las glorias. Todo está preparado y en nuestros corazones hay algo en la previa que nos lo encoge por momentos. Solo quiero una cosa, poder contar que el Athletic ha ganado esta Copa y ver la cara de felicidad de todos nosotros. Aupa Athletic, aurten bai edo bai.