Como en el anuncio del turrón de El Almendro, los jugadores del Athletic que estaban en el Mundial, vuelven a casa por Navidad. Está siendo tan atípico todo que nunca hubiésemos imaginado escribir en estas fechas y con el abrigo puesto que acababa la Copa del Mundo para nuestros jugadores. Unai, Nico e Iñaki piensan ya en el próximo partido oficial del equipo rojiblanco, que será el 20 de diciembre en Las Llanas. Copa ante el Sestao River. Obviamente para ellos no es una buena noticia, pero a Valverde seguro que no le importa tenerles en breve a sus órdenes. 

Si tenemos que usar una palabra para definir el paso de los tres por Catar, discreto creo que sería el adjetivo calificativo más acertado. Además para los tres. Ninguno ha brillado en exceso y tampoco han tenido un Mundial en el que se les pueda reprochar prácticamente nada. Sus equipos han condicionado sus actuaciones y pese a que dos de ellos han sido titularísimos, el común denominador de los partidos jugados por sus selecciones ha incidido directamente en el análisis individual. Quizá Nico haya sido quien en momentos puntuales haya brillado un poco más. 

No será por lo tanto este un torneo recordado por ninguno de ellos en lo deportivo. Sí es cierto que los tres han debutado en una cita mundialista y esto obviamente es lo suficientemente importante como para al menos celebrar eso de por vida. Son pocos los futbolistas que pueden decir que han participado en una fase final de todo un Mundial. No sé si tendremos en el futuro otro en el mes de diciembre, pero hasta en esto puede ser histórico para todos ellos. 

Ahora toca volver a ponerse en modo Lezama. Entrenar, comer y a casa con sus familias. Atrás quedan las largas concentraciones y estar viendo las mismas caras casi las 24 horas del día. Agur al Mundial, viva el Athletic.