La querella del bribón a Revilla por “expresiones injuriosas y difamantes” corrobora que la monarquía española es muy de pegarse un tiro en el pie. Porque si el ex presidente cántabro lanza un crowdfunding, puede afrontar el pago de los 50.000 euros que le pide el emérito en diez minutos. Es curioso cómo un individuo que elude la justicia pide amparo a esa misma justicia. La sucesión de cagadas es alucinante porque llevará el caso la abogada del noviete defraudador de Ayuso. Berlanga en estado puro. El emérito ladrón ofendido, y defendido por la misma letrada que el delincuente confeso. Pero ¿qué dijo Revilla? ¿que el exrey era un corrupto de vida alegre? ¿Que defraudó a Hacienda y se pagaron señoritas de compañía con dinero público? Pues nada que no haya dicho la mayoría de ciudadanos. Solo expresó la obviedad de que el rey va desnudo, y Juancar en pelotas, va y le denuncia. Increíblemente no demandó a Bárbara Rey por las paellas ni por los audios. Será porque ella no atentó contra su derecho al honor. Si condenan a Revilluca, la indemnización tendrá que ingresarla en algún banco de Abu Dhabi ¿no? El campechano dice que piensa donarla a Cáritas, después de haber infringido todos los pecados del vademécum católico. ¡Qué generoso! Yo creo que se apañarían mejor con los 65 millones que le regaló a Corinna. clago@deia.eus