SUPERADO el reto de la salida del Tour es momento de encarar nuevos retos. Bilbao y alrededores, incluyendo con malicia Donostia y Gasteiz, se han mostrado al mundo. La capital vizcaina ha demostrado también su capacidad para transformarse en una ciudad con el toque de grandeza de las grandes urbes europeas y al día siguiente volver a la normalidad, que es mucho. Es difícil ser Bilbao. Avanzar hacia el futuro, modernizándose a cada paso sin olvidarse de su alma. Y el paso del Tour ha sido el examen definitivo en la materia. Lo del cerrojazo no fue para tanto o los bilbainos lo asumieron con la deportividad que requería el evento. Y el ambiente fue para mucho. Insuperable al igual que el repaso a vista de helicóptero del país, con el cameo de Castro incluido. Ahora llega el momento, como se decía al principio de la columna, de afrontar nuevos retos. Y entre ellos está el de ser todavía más Bilbao. Algo que se resume en reforzar el atractivo de la ciudad para atraer eventos, pero también a personas y negocios. Hay que seguir pedaleando y que además de turistas lleguen trabajadores y empresarios dispuestos a cubrir los empleos vacantes y a crear nuevas oportunidades. Sin olvidarse de que también tenemos materia prima con los niños que se forman en los colegios. Es urgente abrir el sistema educativo a la realidad del mundo laboral para despertar vocaciones y sembrar la semilla del emprendimiento. Así, con los que vengan y los que están tendremos garantía de que la bicicleta sigue avanzando.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
