REO que todas las mujeres podemos entender cómo se ha sentido la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen al volver a sufrir un nuevo episodio machista. Otra vez ha tenido que volver a soportar un desplante, en esta ocasión, por parte del ministro de Exteriores de Uganda, Jeje Odongo, durante la cumbre entre la UE y la Unión Africana. El mandatario de Uganda saludó al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y al francés, Emmanuel Macron, pero no se dirigió a Von der Leyen hasta que Macron le indicó la presencia de la presidenta. Finalmente, se acercó a ella para intercambiar unas palabras, pero no le estrechó la mano como sí hizo con los otros dos mandatarios. Lo más lamentable es que ni Macron ni Charles Michel le reprocharon el comportamiento, por lo que es como si también ellos le hubieran hecho el desaire. Y no es la primera vez que Charles Michel permite que la humillen delante de él. La foto del sofagate dio la vuelta al mundo hace un año cuando la líder europea quedaba relegada en un sofá mientras él mantenía una reunión con el dirigente turco, Recep Tayyip Erdogan. En otros foros, a Michel se le llena la boca hablando de su compromiso con la igualdad de género, prometiendo movilizar a los Estados miembros para buscar progresos en la brecha salarial. Como se ve, puro postureo.
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