ON tan antojadizos los matices en el tiempo que ha tenido que ser en los mismos periódicos de ayer donde se informó de la Convencion de este PP en una de sus tradicionales plazas de toros y que unas páginas más allá resucite Julio iglesias señalado por una cuentas offshore. El romance entre aquel PP de Aznar y Julio era tan de verdad, que ni un español se resistía al Aznar de la mayoría absoluta ni las señoras a Julio cuando aquellas plazas de toros del año 2000 se venían abajo con el Baila morena, y que hoy, siglo XXI, ha sido aparecer Ayuso el fin de semana sin decir nada como su programa electoral. y dejar a Aznar y Rajoy como los grandes teloneros de esta una mezcla entre el Summerfest y una boda gitana. Incluso Casado citó la conciliación y la maternidad como evocando a ese Julio todopoderoso de la semillita, los casoplones en Miami y las sociedades opacas, mientras Camps se daba una vuelta por el coso y Casado sonreía como le sonríen las encuestas endureciendo el discurso a ver si alguien de Vox consigue votarle incurriendo en el error a base de derechazos. Fue una Convención como las de antaño, con gritos y aplausos, calor y sonrisas catódicas del PP de los chiquilicuatres amenazando con socavar el autogobierno, devolver las Prisiones a su sitio y de paso cargarse el Estatuto. La cita ha dejado un nuevo Casado de acoso y derribo al Gobierno de la cohabitación. Todo es fresco, como un festival de verano. La verdad es lo de menos.

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