LORIQUEA Pablo Casado sobre el nohayderecho porque se filtra la confesión de Luis Bárcenas en plena campaña de las catalanas. Sobre el desahogo del 'señoro' del Carlton Club poco que añadir a lo que se sabía, ese recital del golfos cobrando durante veinte años las mordidas mientras gobernaban la España del pelotazo como gorilas dándose en el pecho. Sirve este juicio al tesorero de los casinos para volver a regocijarse en estos pufos de tres pistas: una con Bárcenas en do mayor, otra del posible careo con M. Rajoy y el nomeconsta y la tercera pista con este atribulado Casado haciendo el 'Houdini' político del yonoestaba. Otros, sin línea corpórea pero en alma y espíritu, como el cacique mayor del bigote que entronó al primer tesorero Lapuerta y su derecho de pernada. También algunos nombres de aquella contabilidad del lodo, léase Pío García Escudero o Javier Arenas, que estaban antes en la escuela avanzada de pillos y están ahora pero ejerciendo de notables senadores en la Cámara Alta. Representan un pasado de pufos junto a un presente de sueldos públicos y dibujan el don de la ubicuidad, lo mismo en despachos y restaurantes donde volaban los sobres en todas las direcciones, que en los escaños del siglo XXI, siempre con solución de continuidad, osea, sin dejar de cobrar. Empieza el juicio de las grandes sonatas sobre un pasado de salteadores que siguen llevándoselo crudo y, en eso, el que no estaba tendrá algo que decir. ¡Qué tropa!

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