La decisión del Tribunal de Justicia de la UE de establecer que el líder de ERC, Oriol Junqueras, tiene inmunidad parlamentaria en tanto en cuanto fue elegido eurodiputado ha levantado una polvareda de reacciones. En cualquier otro país, se estarían echando las manos a la cabeza de cómo el mismísimo Tribunal Supremo, o sea, el garante de la justicia en cualquier país democrático, pudo haber cometido semejante tropelía. A eso debemos añadir los tirones de orejas que un día sí y otro también reciben desde los tribunales europeos -ahí está, por ejemplo, la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos anulando la condena por desobediencia del que fuera presidente del Parlamento Vasco Juan Mari Atutxa o la derogación de la doctrina Parot, sin ir más lejos-. Sin embargo, en vez de preguntarse qué falla en la justicia española, prefieren seguir ese lema que dice que Spain is different y resulta que diversos colectivos han creado el hashtag #Spexit (Spain Exit), que promueve la salida de España de la UE, imitando así los pasos del Reino Unido. No es una cosa nueva. Ya en su día, Abascal planteó una salida de la UE, indignado por las decisiones judiciales que no eran de su agrado. Es más, llegó a insinuar que igual habría que pensar en convocar un referéndum de salida de la UE. No sé por qué, pero cada día nos ponen un motivo más para que vascos y catalanes ejecutemos nuestro particular Euskoexit o Catexit, o como ustedes prefieran bautizarlo.