Por segundo año consecutivo, el debate musical ha pasado a segundo plano para abrir paso a la gresca política. Como en 2024, la participación de de Israel ha centrado el enfrentamiento dialéctico entre los partidarios de vetar la presencia hebrea por la masacre de su gobierno sobre Gaza y quienes no solo la defienden sino que propugnaron apoyar la canción sin escucharla. En ambas posturas no han faltado buenas dosis de cinismo e hipocresía.
#DoblesEstándares
Sánchez, a favor del veto
España se erigió en punta de lanza del boicot.
Sánchez pide expulsar a Israel de Eurovisión como pasó con Rusia: "No podemos permitir dobles estándares"
A la cabeza, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ayer proclamó que “Israel no debería participar, al igual que no lo hace Rusia por su invasión de Ucrania”. Una postura muy digna... si no fuera porque RTVE había tenido la oportunidad de mostrar su rechazo simplemente retirando a su representante. Pero claro, eso suponía renunciar a una audiencia jugosa. Se ve que los principios tienen ciertos límites.
#BofetadaEnJerusalén
Israel se ríe de Sánchez
Para enorme felicidad del sionismo, resultó que el televoto español otorgó la máxima puntuación a Israel. Hasta el ministro de la Diáspora de gabinete Netanyahu, un tal Amichai Chikli, entraba a la refriega. “Sánchez, parece que los españoles han hablado y la bofetada la hemos escuchado aquí en Jerusalén”, se mofaba en su cuenta de X.
Y ante el torpe anuncio por parte de RTVE de solicitar una auditoría sobre el televoto, el ultramonte patrio que le ríe las gracias al que ordena las masacres se ponía las botas. “Yo voté por Israel. ¿Algún problema?”, se venía arriba el gran chaquetero, hoy en Vox, Juan Carlos Girauta.
#ElBrilliBrilli
La izquierda del PSOE se lía
En la izquierda verdadera, la que se sitúa allende el PSOE, se propugnaba cerrar el paso a Israel en el certamen, se criticaba a Sánchez por no acompañar sus palabras con una ruptura de relaciones y se pontificaba que Eurovisión es “fiel reflejo de la hipocresía de Europa” (Pablo Iglesias). Sin embargo, su correligionaria Ángela Rodríguez Pam terciaba ante la descalificación del festival: “Ojalá la mitad de antifascismo militante que necesariamente hay en el brillibrilli queer que en las fuerzas progresistas patrias”.
#NoEsTuCulpa
El PP, de bochorno
Fuera de concurso, el PP tuiteaba una foto de la representante española con Sánchez junto a este texto: “No es tu culpa, Melody. Tú lo hiciste muy bien, pero...”. Patético.