Desde que este humilde recolector de entrecomillados tiene memoria, los amanuenses diestros vienen anunciando la ruptura de España, el derrocamiento de la monarquía, la caída del régimen del 78 y lo que te rondaré, moreno. Pues hoy vuelven a sonar las trompetas cavernarias del apocalipsis.
"La segunda guerra civil española tuvo lugar en la primera mitad del siglo XXI"
Y como las profecías no acaban de cumplirse, cada vez que se renuevan, es necesario exagerar un poco más. Ese concurso lo gana esta vez una columnera de El Debate llamada Clara Zamora Meca. Sin cortarse, sostiene que estamos en plena segunda guerra civil. ¿Que no será para tanto? Lean: “La segunda guerra civil española tuvo lugar en la primera mitad del siglo XXI. Fue la consecuencia de los complejos no resueltos por parte de los herederos de los perdedores de la primera, finalizada un siglo antes. Esta contienda ideológica comenzó con la brutal alianza Sánchez-Iglesias, avanzando hacia una solapada ideología fascista, con un programa tan rompedor como inverosímil”.
En el mismo chiringo digital catolicón, el cada vez más autoparódico Ramón Pérez-Maura insiste con la matraca: “Este es el estado de la cuestión, pese a quien pese: los golpistas y los terroristas mandan en España”.
En El Español de Pedro J. Ramírez, otro adivino, de nombre José Luis Gozález Quiros, nos aconseja que nos vayamos arrepintiendo, porque el final de la democracia en estos pagos está cerca: “Si Sánchez consuma su propósito y no se revierten a tiempo sus atentados al orden constitucional, nuestra democracia enfermará de manera acaso definitiva. Las democracias pueden morir, y de hecho han perecido en ocasiones, a manos de caudillos o de tumultos incontrolables”.
No podía faltar Isabel San Sebastián en cónclave de anunciadores de las mil y una plagas que nos sobrevienen. He aquí el primer párrafo de su funesto augurio en ABC: “La feroz ofensiva lanzada por Pedro Sánchez contra varios pilares esenciales del Estado de derecho ha desatado el pánico en buena parte de la sociedad, que encuentra razones sobradas para temer por la Constitución, la Nación y la mismísima democracia. Los hechos acaecidos estas semanas carecen de precedentes en los últimos cuarenta y cinco años”. Desde que este servidor la conoce, la individua lleva porfiando que tal cosa o tal otra carecen de precedentes.
"Hay gente contra el Gobierno de la gente que teme un asalto a las instituciones democráticas y a la separación de poderes"
Hasta Raúl del Pozo tiene hoy el día cenizo. Es verdad que en su descarga de El Mundo no avisa del inminente cataclismo, pero sí, como poco, de una revuelta popular. Se lo dice el tres de bastos: “Llámenlo desafección o crispación política –cabreo en román paladino– lo que está creciendo en estas semanas. Es difícil medir la indignación, pero se masca. Es un odio con fundamento, aunque los insultos y las amenazas son virtuales. Se capta en estos días una concentración de ira. El malestar ni es sólo por el atraco de la cesta de la compra, la guerra o las colas de hambre. Hay gente contra el Gobierno de la gente que teme un asalto a las instituciones democráticas y a la separación de poderes, lo cual representa una ética superior a la lucha por las necesidades básicas”.
"El socialismo ha entregado el País Vasco, Cataluña y Navarra a los independentistas"
Tampoco podía perderse el festejo de rasgadores de vestiduras Francisco Marhuenda. El director de La Razón no es que vea el futuro tremebundo sino el presente terrorífico: “El socialismo ha entregado el País Vasco, Cataluña y Navarra a los independentistas, aunque gobiernen formalmente en dos de ellos en coalición. Hay que ver que sucede con Galicia, porque le entregarán el poder al BNG antes de permitir que gobierne el centro derecha. Hemos pasado de un socialismo constitucionalista a uno que ejerce de comparsa de formaciones independentistas en los territorios que dominan y que si logra mantener el gobierno será a cambio de hacer debilitar al Estado”. Un apunte que no necesitarán: de los tres lugares citados, el PSOE solo gobierna en coalición en la CAV. Pero que la verdad no te arruine una exageración.
Y para terminar, también en las páginas del diario azulón, nos encontramos con el imputado de la Kitchen Jorge Fernández Díaz remontándose al pecado original. La culpa de todo la tuvo el PNV: “Es conveniente recordar una vez más, que si la censura consiguió el éxito –la primera en democracia– fue gracias a la felonía del PNV, que cometió la indigna actuación de dar su apoyo a Sánchez tras haber pactado nada menos que la ley de Presupuestos con el gobierno de Rajoy la semana anterior. Sus escasos seis votos fueron el equivalente de las 30 monedas de plata de los émulos de Judas, y que como entre ellos anda el juego, se les aplica el que «Roma no paga a traidores» y pueden ser desalojados del gobierno vasco, por el sanchismo en la versión autóctona del PSE con Bildu y Podemos”.
