El cambio, sin importar de qué tipo sea, suele implicar sentimientos mixtos de alegría, esperanza, incertidumbre y miedo. Todo flota en el aire hasta que el anuncio de esa transformación adquiera poso, hasta que permita encajar el guante a medida de quien lo usa. Les cuanto esto porque el valor catastral es una referencia fundamental para hacer frente al pago de determinados impuestos, como el propio IBI. Además, es el mínimo que debes declarar en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, es decir, el que tienes que pagar en el momento de vender tu casa; en el impuesto de Actos Jurídicos Documentados al formalizar la hipoteca para la compra de la vivienda, y en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Este valor es el que utilizan los departamentos forales de Hacienda y Finanzas para comprobar el valor de lo declarado. Como quiera que a lo largo de los últimos ocho años la realidad del municipio ha variado los precios de los bienes inmuebles se han movido a este mismo son.
Resulta, por tanto, fundamental que las administraciones públicas informen a la persona contribuyente de manera clara y detallada sobre los criterios y métodos utilizados en la valoración de los inmuebles, así como de los plazos y procedimientos para presentar reclamaciones en caso de discrepancia. En resumen, la actualización catastral es un tema que merece una mayor atención por parte de la sociedad y de las autoridades, con el fin de garantizar una gestión eficiente y equitativa de los recursos públicos. Es necesario que se establezcan mecanismos de control y de participación ciudadana para asegurar que este proceso se lleve a cabo de forma justa y transparente. Ahora, cuando se anuncia que comienza el ingente trabajo del correo del Zar para informar sobre los cálculos que le hicieron a uno en su nombre, conviene estar alerta.
Es un asunto farragoso. No por nada, muchos propietarios se enteran de la subida de sus impuestos cuando reciben la notificación del ayuntamiento, sin haber tenido la oportunidad de conocer los motivos de dicho aumento ni de presentar alegaciones en caso de discrepancia. En definitiva, la actualización catastral es un proceso necesario para garantizar la equidad fiscal, pero que debe llevarse a cabo de forma transparente, justa y con la participación activa de la ciudadanía. Estudien el cambio ahora que luego será tarde.