No digo que sea ese el motivo, pero la decisión de cobrar un peaje al transporte de mercancías a su paso por Bilbao, de media Bizkaia, si me lo permiten decir así, coincide en uno de los objetivos principales de la ZBE, reducir los gases contaminantes en la ciudad, en el territorio. Vamos, que pretenden lo mismo pero de otra manera. O al menos esa impresión da. El sistema de arcos de peaje que ya se puso en marcha en 2023 en algunas zonas quedará implantado en la totalidad de la red viaria del territorio para grandes vehículos pesados, los grandes dinosaurios de la carretera.

Desde los despachos hablan de un modelo alineado con las directrices de descarbonización que establece la Unión Europea y que contribuye a incentivar a los grandes camiones de más de 3,5 toneladas a reducir las emisiones de CO2 evitando recorridos de más. Pronto se escucharán voces discrepantes desde la orilla del transporte, supongo. O no, si se confiesan practicantes de la religión que adora al medio ambiente. 

El transporte terrestre de mercancías es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero, por lo que su descarbonización es esencial para proteger el medio ambiente. No se verán a esos grandes camiones cruzando por la ciudad. O al menos habrán de pasar bajo el arco del triunfo del medio ambiente para sus pertinentes pagos. Son miles de camiones diarios que en muchos casos atraviesan cascos urbanos, con el consiguiente impacto medioambiental y de seguridad para el vecindario. Intentarán que usen otras vías y que las usen menos.

El modelo actual de transporte tiene costes para nuestra sociedad, desde las emisiones de efecto invernadero que acrecientan el cambio climático hasta la liberación de contaminantes a la atmósfera, accidentes de tráfico, ruidos y atascos que impactan directamente en la salud de la población.

Visto así, es necesaria una transformación real de este sector para minimizar sus impactos en el medioambiente y en la salud de la población, para que favorezca el crecimiento económico, el bienestar, la seguridad y la inclusión social. ¿Serán suficientes estas medidas anunciadas ahora...? Imagino que no, que hará falta algo más. Lo que sí parece necesario es que se vayan dando pasos como éste. Por algún sitio había que empezar y no parece mala solución. De momentos demos la bienvenida a esta decisión. Y esperemos otras.