SE trata de una de esas expresiones que confunden, por desconocimiento o por complejidad de cálculo, a buena parte de la ciudadanía. Uno lo pronuncia así, en seco, y deja a no poca gente con las dificultades de comprensión a flor de piel. Baja el valor catastral. ¡Hala, ahí va! ¿Qué es, para qué sirve, qué consecuencias tiene su fluctuación? Surgen, como ven, una ristra de preguntas encadenadas. Aquel filósofo y matemático que ganó el premio Nobel de Literatura, Bertrand Rusell, nos recordó que lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar. En esa incertidumbre nos ha dejado la noticia limpia de hojarasca: baja el valor de los inmuebles en Bizkaia. ¿Es aconsejable, entonces, comprar una vivienda y preferible no venderla? ¡Ojalá fuese tan sencillo, amigos!

He preguntado porque no soy hombre perito en ciencias económicas. El valor catastral de una vivienda es un valor que se toma como referencia para el pago de determinados impuestos asociados a la propiedad o venta de un inmueble, como es el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el IIVTNU (antiguamente conocido como plusvalía) o IRPF. El oráculo me insiste en que se trata de la valoración del bien inmueble que realiza la Dirección General del Catastro que depende del Ministerio de Hacienda. Sigo en el mareo.

Para calcular el valor catastral de una casa o de una finca se tiene en cuenta la localización del inmueble, la antigüedad del edificio, la calidad de la construcción, los gastos y aptitud para la producción, el coste del suelo o si tiene carácter histórico-artístico, entre otras cuestiones. Vaya, voy entendiéndolo. “Y no olvide recordar a quien le lee, amigo, que el valor catastral no puede superar el precio del mercado y que normalmente se sitúa en la mitad”, me chista la voz chivata.

Vista esta panorámica queda pendiente una reflexión más general sobre el precio de la vivienda. Al parecer, según explican los expertos, no hay casa para tantos hogares nuevos. Quiere decirse que mientras crece la población la oferta se estanca o se reduce, según la zona en la que uno mire. Del otro lado del espejo se deduce que a una mayor esperanza de vida se han unido los flujos netos de migración. Si este año, como todo indica, sube el precio de la vivienda , ya serán 10 años consecutivos de alzas, una tendencia que lleva a la confusión al pueblo. ¡Para que le toquen los catastros!