En el Encuentro con motivo del Día Mundial del Dolor, Fernando Torre puso el foco en la vivencia del paciente y en cómo su percepción influye en el proceso de recuperación. “El paciente puede haber mejorado del dolor, pero sigue sin poder trabajar o hacer su vida normal”, explicó, destacando que a menudo falta un enfoque integral que incluya tratamientos específicos o rehabilitadores que permitan una verdadera recuperación funcional.
Torre también habló sobre el papel del paciente activo en su propio tratamiento. Recordó que existe una diferencia entre el locus interno, cuando la persona participa activamente en su curación, y el locus externo, cuando delega completamente en el profesional sanitario. “Los estudios lo dejan claro: el paciente que adopta un papel activo tiene más posibilidades de mejorar”, subrayó, reivindicando la necesidad de fomentar la implicación del paciente como parte esencial en el manejo del dolor.