Veamos de dónde proviene todo este jardín. La versión que hoy conocemos del Black Friday, un día laico que el pueblo celebra como una festividad de las compras o de la Visa, se originó en Filadelfia, donde se usaba para describir el denso tráfico de gente y vehículos que abarrotaba las calles el día siguiente a Acción de Gracias. El uso de este término comenzó alrededor de 1961 entre los oficiales de policía vestidos de negro encargados de la regulación del tráfico, popularizándose hacia 1966 y extendiéndose al resto de estados a partir de 1975. Cuentan las crónicas que más adelante, surgió una explicación alternativa, refiriéndose el término negro a las cuentas de los comercios, que superaban los números rojos gracias al superávit generado por las ventas. Hubo una tercera mirada que se atribuye a un fake por internet. Atribuye el origen del término con la venta de esclavos negros en Estados Unidos. Dicho bulo ya ha sido desacreditado. Ayer fue la tarde del viernes consiguiente a Acción de Gracias y el Black Friday estalló en los comercios de medio mundo, con las rebajas candentes como si los precios se hubiesen metido en una fragua de hierro colado para menguar y ajustarse a los bolsillos.