El Athletic debe creer en la batalla ante la Roma
No es fácil escribir sobre un equipo que, en cada jugada, demuestra que la verdadera batalla no está en el marcador, sino en la mente, en la voluntad. Hablo del Athletic, esa rara avis en el fútbol mundial que se niega a dejar de soñar. El Athletic, con su cantera y su forma tan auténtica de entender el juego, ha llegado a la frontera de la Roma, a esa ciudad eterna, que le espera con expectación, no sea que los leones, ¿por qué no? sean los integrantes de un pueblo conquistador cargado de historia. No te bañes, Athletic, en las aguas del río Lethes, ese del que la mitología griega, describe como uno de los ríos del inframundo del Hades. Era conocido como el río del olvido. Cuenta el mito que, quienes bebían de él, se olvidaban de todo. No te bañes, Athletic, y recuerda tus gestas.
Relacionadas
La Roma, acostumbrada a batallar con nombres de alto vuelo, con fichajes millonarios y entrenadores de renombre, debería temerle al espíritu del Athletic más que a cualquier rival de prestigio. Es cierto, los italianos vienen con su historia, su jerarquía, y un pasado reciente que los coloca en un lugar privilegiado. Pero, amigos, esa Roma poderosa, como tantos gigantes de antaño, no ha comprendido algo esencial: el Athletic no lucha solo por ganar, lucha por algo más grande, algo intangible. Lucha por la honra de un pueblo, por una ciudad que vive, respira y late fútbol a través de la autenticidad.
¿Qué ha hecho el Athletic para llegar tan lejos, para estar en esa eliminatoria con la Roma? La respuesta está en su creencia ciega en sus propias posibilidades, esa fe que parece heredada de generaciones que nunca dejaron de soñar. En cada pase, en cada desmarque, en cada jugada, ahí está la convicción. Y la victoria.