EL próximo día 26, Nafarroa se juega su futuro político en las elecciones forales entre dos alternativas: o cuatro años más para consolidar el gobierno del cambio liderado por Uxue Barkos o un regreso al viejo régimen con ansias de revancha de las derechas. La encuesta de Gizaker que hoy publica DEIA muestra una imagen de la opinión pública navarra muy similar a la que se expresó en las urnas el pasado 2015, con las opciones del cambio manteniendo buena parte del respaldo que sumaron en las urnas entonces y un amplio abanico de posibilidades para reeditar su propuesta política y social. La suma de Geroa Bai, que volverá ser la segunda fuerza del Parlamento aumentando su representación de 9 a 10-11 escaños, EH Bildu, Podemos e I-E está a las puertas de volver a lograr la mayoría absoluta de la Cámara con casi un 50% de intención de voto. La unión electoral del frente de derechas de UPN, Ciudadanos y PP permanece en su posición histórica de minoría mayoritaria en una comunidad cuyos ciudadanos siguen defendiendo en las urnas su pluralidad democrática. Pero los datos del sondeo apuntan a que, una vez más, no siempre las coaliciones electorales suponen una suma de los espacios políticos que la componen. Navarra Suma perdería representación en la Cámara respecto a los 17 escaños que hasta ahora tenían UPN y PP. Un retroceso que puede dar entrada a la ultraderecha de Vox en el Parlamento foral con dos escaños y manteniendo buena parte de los 17.600 votos que obtuvo en las generales de abril. Por último, el PSN recupera espacio tras el suelo histórico de 2015 y pasa de 7 a 8-9 escaños, insuficientes para sumar una mayoría -ya de por sí complicada si no imposible-, con el frente derechista. La encuesta de Gizaker resalta también la alta valoración social de la presidenta Barkos y sitúa a Esparza como el candidato peor valorado por los electores. Y también buenos niveles de apoyo a la gestión política y económica del Gobierno de Barkos y una percepción crítica de la mayoría de los encuestados con la labor de oposición de UPN, PP y PSN esta legislatura. En definitiva, una imagen que pone ante el espejo la realidad de una Nafarroa que ha recuperado un lugar sólido y ha impulsado estos cuatro años, como reconocen partidos y organizaciones sociales, medidas de cambio profundas en ámbitos claves para la ciudadanía.