En estos momentos en los que la actividad económica parece ralentizada y pensar en lanzar una Start Up parece un ejercicio de audacia, quiero rendir un homenaje a todas aquellas compañías que se lanzaron a conquistar Internet, cuando nadie sabía muy bien lo que realmente suponía. Nadie hablaba de StartUp, Comercio Electrónico o Apps. Los teléfonos móviles eran propiedad de muy pocas personas y servían solo para hablar. En las casas nos conectábamos a través de un módem con una velocidad tan lenta que hablábamos del CyberDespacio. Para conseguir ese primer acceso de banda ancha a Internet, fue necesario tener una línea de cobre denominada Frame Relay. Lo más divertido fue que nadie en la propia Telefónica era capaz de saber qué se necesitaba para poder ser proveedor de Internet y les preguntaban cuantos teléfonos querían colocar en la oficina. Se trataba de un grupo de Ingenieros con buen gusto, ya que la parte del diseño en las webs estaba por descubrirse. Poco a poco fueron sorteando todo ese tipo de dificultades hasta convertirse en lo que hoy llamamos una agencia de comunicación online. Pero en esos primeros tiempos cuando se realizaba a los clientes una demostración de lo que era una página web, la mayoría decía que era algo que no necesitaba o que seguramente la moda de Internet terminaría en breve y que las empresas lo que buscaban era vender más, no algo que les haría perder el tiempo a sus comerciales. De verdad yo viví estas situaciones y ahora recuerdo con alegría cómo creamos esa StartUp.