dichoso mes que entra por todos los santos y sale por san Andrés"novembrinos10-mano de Diosamañado

La diferencia es que para unos hay gloria y recuerdo idolatrado, con un Maradona a quien quisieran subir a los altares y hasta participa en belenes napolitanos como figurita adoradora del Niño Jesús; quizás pateara muy bien el balón, pero no golpeaba con menos violencia a algunas mujeres y más fuerte aún a su propio cerebro embotado por drogas. A pesar de todo esto, ya proponen elevar su óbito novembrino a memoria colectiva como día mundial del fútbol. Me resulta difícil entender porqué a algunos se les castiga severamente por nimiedades y a otros se les perdona tanto por corretear en calzón corto.

Frente a esa gloria idolatrada, para otros queda a veces el melancólico olvido o incluso peor, un oprobioso silencio oficial, como en el caso de Mikel Zabalza, sobre quien treinta y cinco años más tarde ninguna voz oficial autorizada ha respondido aún de modo razonablemente creíble a cómo y por qué murió o, seguramente, lo mataron, dando qué pensar sobre las cloacas del Estado o si el propio Estado no es una cloaca.

Pero si en noviembre las esquelas de renombre son abundantes, y hasta haya quien crea que este mes solo murió su astro futbolero, el obituario por el covid-19 de ciudadanos/as de a pie sigue en cuarto creciente. En España el 20N sobremurieron por este virus 294 personas, que a final de mes sumarán cerca de 9.000 personas y desde marzo 45.000 muertes, 170 personas diarias, un avión estrellado cada día. Y no sé si aparte de para sus deudos, estas no sean más que meras cifras, sin caras y ojos, por la costumbre que vamos adquiriendo de escuchar a diario cuantos nos abandonan.

Noviembre con luz menguante y sombras crecientes produce lánguida tristeza como un teatral don Juan Tenorio mortecino en su cementerio crepuscular y más pasando las hojas del voluminoso dietario de quienes realmente se nos van. Quizá para superar la melancólica aflicción de esas pérdidas debamos "abrazar el dolor y quemarlo como gasolina para nuestro viaje" como aconseja el poeta japonés Kenji Miyazawa. Uno de los remedios para este dolor podría ser la vacuna eficaz, segura y esterilizante contra el covid-19. Confiemos que sea antes del próximo noviembre.

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