S tal la remanguillé en la que anda todo, tal el oleaje de informaciones que nos llevan y nos traen, que nos llevan y nos traen, que ese par de líneas de la letra del tango Cambalache que dicen "Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo, hmm, todos manoseaos" suenan profético. ¿Que por qué lo digo? Porque salta al vuelo la paloma de la información que dice de que "Garitano deja de ser (...)" y se monta un revuelo de padre y muy señor mío en las secciones de Deportes de los medios de comunicación vizcainos que hablan del Athletic antes de que acaba la frase "(...) coordinador del Plan de Vigilancia y Control de Osakidetza". Todo revuelto, lo que les decía.

Quizás sea porque estábamos distraídos con la añoranza del Santo Tomás que no fue o porque andábamos haciendo números con los cupos y tiempos de la vacuna que, como las informaciones y las ondiñas de la Rianxeira, "veñen e van" entre la esperanza y las noticias de crespón negro que llegan desde el Reino Unido, donde el virus ha mutado. Esperemos que no ocurra como en ese decir popular que nos recuerda que "cuando sabíamos todas las respuestas nos cambiaron las preguntas". Los sabios de laboratorio aseguran que como mucho habrá que hacer algún retoque en las vacunas, apenas chapa y pintura porque la defensa ya está armada. Pero como ayer le escuchamos a Gotzone Sagardui decir algo así como que las vacunaciones comenzarán en Euskadi el primer día en el que las vacunas estén disponibles, pero no sabe cuándo aún, ¡glups!, qué quieren que les diga, se le ponen aquí (cójase el lector o la lectora la garganta o donde pueda....).

Miren para qué han servido: un par de tontos malentendidos con Garitano y las vacunas de fecha incierta y una columna más que se va con los pies por delante, cumplida y rematada con esta despedida guasona.