EL colegiado Melero López tuvo una actuación por debajo del nivel medio exigible. Además, cometió, a mi entender, errores muy claros en faltas peligrosas que no señaló y que las solucionó con diálogo. Aparte de que en varias fases del encuentro se equivocó en las interpretaciones de las faltas. Hasta señaló faltas sin que existiese contacto. En el tema disciplinario fue más severo con el Valencia.

Las jugadas a discutir serían dos que quedaron condicionadas por la actuación del VAR. En el minuto 27, en el pase a Maxi Gómez parecía que este estaba en fuera de juego y así lo creímos todos los que estábamos viendo el partido. Pero se da la circunstancia de que el VAR tiró la línea y se vio que Iñigo Martínez rompía el fuera de juego por dos dedos. Por lo tanto, el gol de Cheryshev fue totalmente legal. La otra jugada polémica se dio en el minuto 36 del encuentro. Aquí quiero hacer mención a la no intervención del VAR ni su aviso posterior al colegiado. Hubo un forcejeo dentro del área del Valencia en el que Cillessen, el portero ché cogió del pecho a Raúl García y le tiró hacia atrás, lo que para mí es penalti. Tengo que aclarar que la frase que se dice de que “no se le puede tocar al portero en el área pequeña” no existe. Lo que no se le puede hacer es obstruirle o hacerle falta, como en cualquier otra parte del campo. A mi entender, Raúl García no le hizo falta al guardameta del Valencia.

Creo que vista la actuación de nuestros jugadores, hay que confiar en que el entrenador dé oportunidades a la gente joven en los próximos partidos.