RANCIA tomó el pasado 1 de enero el relevo de Eslovenia en la presidencia de turno del Consejo de la UE. Seis meses de vital importancia para la Unión y también para el país galo, pues, en abril y mayo celebrará sus elecciones presidenciales. Por tanto, para Emmanuel Macron presidir Europa supondrá la mejor campaña electoral posible, sobre todo, porque ya llegó hace cinco años al palacio del Elíseo como abanderado europeísta. "Recuperación, fuerza y sentido de pertenencia", es el lema de la presidencia francesa, bajo el concepto general de que este es un momento para Europa. Ante la crisis sanitaria, el auge de los poderes agresivos y la alteración del clima, la mejor respuesta es una respuesta europea. Para ello, Francia propone la recuperación y fortalecimiento de la economía para que Europa pueda apoyar las transiciones ecológica y digital. Fuerza para defender y promover nuestros valores e intereses en el mundo. Y sentido de pertenencia para construir y desarrollar una visión europea compartida a través de la cultura y nuestra historia común.

Macron lanzó su visión estratégica de la Europa unida en su discurso en 2017 en La Sorbona. En él propuso una "agenda de soberanía" europea. Con ese punto de partida, la presidencia francesa se ha puesto como objetivo prioritario aprobar en su semestre varias leyes europeas claves para el desarrollo de la Unión. Respecto a la transformación digital, la prioridad será la regulación económica y la rendición de cuentas de las plataformas, especialmente en lo que respecta al discurso del odio, con legislación sobre servicios y mercados digitales (DSA y DMA). Para garantizar los objetivos de la transición ecológica en la lucha contra el cambio climático, se pretende el establecimiento de precios del carbono en las fronteras de la UE para los productos importados, cuestión no solo medioambiental, sino también de eficiencia económica. Pero también tendrá importancia el pilar social de la UE, donde la prioridad será establecer una legislación europea sobre salarios mínimos.

La presidencia gala ha puesto especial énfasis en preparar la Europa del mañana. De manera especialmente ambiciosa, quiere sentar bases para cambios de gran alcance en 5 aspectos fundamentales:

? Un nuevo modelo de crecimiento e inversión para la UE y la zona del euro.

? Valores europeos, con instrumentos de protección para nuestras democracias.

? Jóvenes, con la ampliación del programa Erasmus.

? Cultura, con una Academia de Europa que reúna a unos 100 académicos de 27 países en todos los temas para iluminar el debate europeo.

? Salud, con una agencia de investigación conjunta genuina e importantes planes de investigación, por ejemplo, para el Alzheimer.

En ese contexto, tiene mucha trascendencia para Macron las conclusiones que sea capaz de aportar la Conferencia sobre el futuro de Europa en mayo, que podrían conducir a reformas institucionales en la UE.

Estas prioridades y objetivos se van a ver influidos, se quiera o no, por el debate electoral ya lanzado de cara a los comicios a la presidencia de la República que se celebrarán en abril en primera vuelta y en mayo en segunda y definitiva. Una batalla política a la que Macron llega con una posición aparentemente ventajosa y en la que puede verse ayudado por el protagonismo que le concederá la presidencia de la UE. Además, tratará de ejercer el liderazgo europeo ahora que Angela Merkel ha abandonado la Cancillería y en Berlín su sucesor, Olaf Scholz se hace con las riendas del poder en su gobierno de coalición tripartito. Enfrente, parece que no tendrá ya a Marine Le Pen, cuyas opciones se han visto muy disminuidas por la irrupción del populista ultra Éric Zemmour. Entre ambos se reparten el voto ultraderechista, con muchas posibilidades de quedarse ambos fuera de la segunda vuelta. La candidata de la derecha republicana, Valérie Pécresse, la presidente del Consejo de Ille de France, la región parisina y también el territorio con mayor renta per cápita de Europa, previsiblemente será su oponente.

La clave como siempre en la segunda vuelta será cómo se comportan los votantes ultras y los de la izquierda y los verdes. En cualquier caso, Macron se la juega en gran medida a que su presidencia europea del primer semestre de 2022 sea un éxito. Una vez más ganar el Elíseo pasa por Europa.