UE levante la mano el que no vio venir que el presidente de LaLiga, Javier Tebas, iba a lanzar a sus huestes letradas a exigir que se llenaran al 100% los aforos de los campos en Euskadi en cuanto la Interterritorial lo propuso. Pues que Santa Lucía le conserve el oído, porque por la vista ya no hay mucho que hacer.

La iniciativa es estéril de pleno derecho ya que hubiera sido inconcebible que el TSJPV hubiera visto ahora la urgencia que no vio en su anterior recurso, que habría justificado una medida cautelarísima. Otra cosa es lo que diga el lunes que, en congruencia, impondrá el aforo máximo toda vez que así lo entendió la última vez con la misma ausencia de rango legal de la decisión de la Interterritorial y de nuevo sin argumentar jurídicamente el fondo, que es lo que perpetúa la inseguridad jurídica.

Pero vamos con la esterilidad, porque el parón liguero y la previsible suspensión de la emergencia sanitaria en Euskadi desde el martes soslaya el efecto práctico. Pero a Tebas no le hace falta ganar el pulso, le basta con enseñar biceps, acreditar que es de los que te hacen una oferta que no puedes rechazar... o te atienes a lo que venga.

A mí, lo que me resulta más sorprendente es que aún haya quien apoye la moción para evitar la desigualdad en la competición deportiva. ¡Toma criterio sanitario! Si algo ha aportado estabilidad de modo diferencial en Euskadi durante los últimos meses de pandemia ha sido que nos hayamos manejado con los criterios técnicos de los sucesivos planes Biziberri. El último recogía las condiciones objetivables según criterios sanitarios para ir abriendo la mano. Ahora llegamos al nivel 1 y tocará dejar atrás las restricciones. Pero será, sin prisa ni pausa, por la mejor situación de las UCI, de la incidencia de la pandemia covid cada 100.000 habitantes, la transmisibilidad y la tasa de contagios. No porque haya partido el domingo.