Se hace difícil ser consecuente en la política líquida. Un político suele ser verbalmente más hiperactivo cuanto más depende del foco. Esa hiperactividad le lleva a tener opinión sobre todo y correr a ser el primero en expresarla. Que Yolanda Díaz se oponga a una operación de la banca va de suyo porque su convicción ideológica cuestiona los principios del mercado autorregulado y el sector financiero es básico en él. Pero anatemizar la fusión de dos bancos porque afirma que condiciona un libre mercado que, como política, aboga por desliberalizar, requiere más fondo que el de la supuesta amenaza a la democracia.