Una rúbrica al salir

Se fue Aitor Esteban del Congreso y de su papel allí da cuenta la ovación que le dedicaron los partidos con los que ha tenido que bregar, acordar y discrepar durante dos décadas. Bueno, no todos; sus compañeros de Grupo mantuvieron el criterio de no aplaudir intervenciones propias, que bastante teatrillo montan las clacs ajenas. Y, por supuesto, la derecha española y la izquierda vasca, tampoco. Esteban supo irse con rúbrica, haciendo su trabajo hasta el final, y le puso deberes a Sánchez en materia de ley de secretos oficiales. Para compensar, a EH Bildu, PP y Vox les basta con quedarse, sin saber cómo o para qué.