La historia de nuestra tierra muestra el desarrollo de la industria audiovisual como una característica de los tiempos modernos, que arrancando en el desarrollo del estatuto de Gernika, da origen el fenómeno de la creación de la radiotelevisión pública vasca. El fenómeno pionero de empresas de radio y tele se debe inventar de pies a cabeza, algo que los novatos profesionales encaran con entrega. En los ochenta sobrevuela el espacio radio eléctrico vasco un indefinido txori, que señala la aparición de tele y radio en euskera como triunfo audiovisual de una nueva realidad del idioma vasco. Tele y radio encaran la tarea de desarrollar Euskal Telebista y Euskadi Irratia al servicio de una sociedad que se compromete cada vez más con un amplio uso del euskera. La voluntad política de salir al mercado de la audiencia, cuenta con la entrega de cientos de profesionales capaces de construir un audiovisual vasco. Es esta fuerza ilusionante la que crea este fenómeno de la comunicación vasca. La tele más nueva de la lengua más antigua del territorio europeo. ETB comienza a popularizar nombres propios en un ejercicio de empatía creciente. Rostros que fueron entados por las nuevas productoras, organizadas al calor de las teles privadas. Fenómenos mediáticos como Ramón García o Karlos Arguiñano fueron ocupando horas de tele con creciente éxito. La cantera vasca se asienta y numerosos profesionales hacen las maletas para triunfar en las teles públicas y privadas. Profesionales de éxito como Mikel Lejarza o el tristemente desaparecido Peio Sarasola, ejemplos de cantera vasca, nacidos en valiente prueba de modernidad. Gracias a todos ellas y ellos. Sois historia viva de nuestra tele.