la primera vez que charlé con la gente de Blackbinder me dijeron que estaban a punto de sacar un sistema que iba a revolucionar algo que durante años no había sufrido ninguna variación, el mundo de las partituras musicales. Blackbinder o la libertad para el músico, es un sistema de partituras sin papel ni páginas. No hay que pasar páginas ni con el dedo, ni con un pedal, la partitura discurre por la pantalla de una tablet al tempo que tú tocas. Pero si te dedicas a la música, sabes que te encanta llenar con tus propias anotaciones los pentagramas, avisos o comentarios de tus profesores. El sistema permite realizar esas mismas anotaciones sobre las partituras digitales que quedan almacenadas en la nube. Toda esa biblioteca la puedes tener en tus manos con cualquier tablet ya que nada se almacena en los dispositivos. Si no tienes tu tablet, pídesela a tu compañero de la orquesta y tendrás todas tus partituras con todas tus anotaciones y marcas. Pero además funciona mediante capas, que puedes añadir o quitar. Una misma obra con las notas de un director en una capa y con las de otro director en otra. Imagínate una orquesta en la que se sincronizan todas las partituras a la vez, pues esto ya es una realidad. Ya son 15 personas trabajando en un mismo objetivo, convertirse en el estándar del mundo de las partituras digitales. Como nadie es profeta en su tierra, están teniendo más éxito en Estados Unidos que por aquí. Espero que eso cambie pronto.